Me hallaba en el closet...
Estaba ahí, era tan oscuro, tan cálido, tan seguro... que a veces llega a mí la reminiscencia de ser un gato encerrado en una caja... acogedora, silenciosa, pero segura...
Escucho un estruendo que viene del cuarto de mis padres... y es ahí donde vuelvo a la realidad y recuerdo que ¡me encuentro solo en casa!
Respiro... espero... y me armo de valor para poder salir de ahí, con toda la energía y valentía que un chico de doce años nunca tuvo en una casa solo, sin sus padres y en medio de la noche...
Logro bajar a la concina y es ahí donde puedo tomar un cuchillo... me preparo...
Y escucho que alguien baja las escaleras... ¡Largo de mi casa maldito invasor! – le grité con todas mis fuerzas, mientras que mis lágrimas y mi corazón se salían por completo de mi caparazón- y es ahí donde en medio de la oscuridad, la adrenalina, la rabia, la histeria, la inseguridad, y todo un remolino de sentimientos y sensaciones se concluyen con un gran lanzamiento de mi puño (con un cuchillo empuñado) los cuales se dirigen hacia este ser que parecía un hombre, el cuál me logró sorprender por completo en la cocina...
Le atiné... pensé, al sentir cómo entraba el filo de ese majestuoso cuchillo en su abdomen... y cómo al mismo tiempo... este invasor realiza un sonido (se quejaba... del dolor) a la hora de sentir este intento de sobrevivir... fue ahí donde sentí por un momento... cómo se sienten los kamikazes a la hora de arrojarse hacia un vacío sin retorno... aunque en mi caso... yo he de ser una excepción...
Volví nuevamente al momento... al instante y veo cómo este ser grita suavemente del dolor... y cae en el suelo... arrastrándose con paciencia... transformándose poco a poco en una especie de animal negro... dejando esa túnica negra que traía puesta, en el suelo... y envolviendo su estética de humano, a un animal... era una especie de gato negro, pero éste era aún más grande de lo que puede llegar a ser un gato cualquiera... ya que tenía casi que el mismo tamaño de un perro (un Dóberman, por ejemplo)...
Es así como me quedé durante unos segundos en shock... mientras esta cosa se arrastra por mi cocina, buscando la puerta hacia la salida del patio trasero, como si, de hecho, ya conociera cómo funciona mi casa...
Salgo aterrado corriendo de mi casa, sin mirar atrás... gritando por toda la calle del vecindario ¡AYUDA, POR FAVOR... ALGUIEN ENTRÓ A MI CASA!... es interesante cómo todos mis vecinos y vecinas se asomaron con tanta velocidad a sus puertas y ventanas, llamando al tiempo a la policía y acercándose a mí, para ayudarme a calmarme... me ofrecieron un baso de agua... y luego de esto... me calmé...
Cuando llegó la policía, me hicieron muchas preguntas; hasta que entraron... pero lo único que encontraron fue un grandioso rastro de sangre posando en el suelo... el cual se extendía desde la cocina, hasta la puerta del patio trasero...
Luego de unas horas, mi madre llegó. Cuando vi a mi madre, salí corriendo a abrazarla, pero no vi a papá por ningún lado... le pregunté desesperado en medio del llanto y los calurosos abrazos de mamá... ¿dónde se encontraba papá?, y ella me dijo que él había desaparecido en medio de la noche, y que ella, de hecho; no sabía dónde podría estar él, ya que no contestaba el celular; pero se lavó las manos diciendo que le había dejado un mensaje, ya que se preocupó mucho al recibir la llamada de la policía informándole lo que acababa de acontecer en nuestro hogar.
Se supone, ellos pasarían juntos el fin de semana fuera de la ciudad, y yo de hecho, no me encontraba para nada incómodo con la idea de quedarme solo en casa, ya que estaba empezando a tomar mi papel de "hombre de la casa" ...
Pasaron las horas y mi madre no hallaba razón de mi padre. Ahora esto se volvía aún más estresante, hace unas horas estaba encerrado en mi casa con un ladrón adentro, ¡y ahora mi papá no aparecía!...
De repente... un policía se acercó a nosotros y nos dijo que debíamos ver algo en el patio trasero... éste nos preocupó un poco, ya que se encontraba bastante pálido cuando se acercó a nosotros...
Lo seguimos y fue ahí... donde todo dentro de mí colapsó, al ver lo que había detrás de nuestra casa...
En el bosque de nuestro patio trasero, se hallaba esa cosa que parecía un "gato" ... pero... éste tenía algo más... algo que definitivamente me hizo quedar en un estado de shock aún peor... esto me hizo entrar a una repentina depresión, con un fuerte toque de ansiedad, y a la vez, escalofríos; de esos que te hacen sudar frío por todo el cuerpo... lleno de un inmenso estrés...
Esta cosa que estábamos viendo... este animal, en forma de gato... tenía una gran particularidad... se hallaba muerto detrás de un arbusto... ¿Qué era la cosa tan rara o impactante de todo esto?... pues... que... este gato, tenía cabeza de humano... era aún más pequeña, pero era una cabeza humana... y la cara de esa cosa... era la de mi papá.
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De la Oscuridad al Vacío y del Vacío a la Confusión
HorrorEsta es mi impactante historia... sobre cómo una noche terminó siendo la peor noche de mi vida... para mí y mi familia... todo por una simple noche...