𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐀𝐋 𝐆𝐔𝐈𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐓𝐄𝐄𝐍𝐒

#12 ; 𝐋𝐈𝐌𝐏𝐈𝐄𝐙𝐀

Jinwoo observó la lista que colgaba de la pared, otra vez les tocaba la limpieza. Se apresuró a ir por los demás para así buscar las cosas de limpieza en el sótano del colegio. Se acercó a los otros cuatro con una mueca de fastidio.

— Otra vez nos toca. — Bufó el rubio, agachando su cabeza.

— ¿Por qué es que siempre nos ponen juntos? No me desagrada, pero es extraño. — Dijo Sanha, sujetando su mochila con una fotografía de Big Bang.

— Será porque los demás no nos soportan. Pero es mejor que estar con los estudiantes extranjeros, apenas si los puedo entender. — dijo Dongmin, encogiendose de hombros.

— Hay que reconocer que Momo noona habla mejor el coreano que Yuta. — Dijo Minhyuk, soltando una pequeña risa.

— Chicos, no puedo quedarme. Tengo práctica de básquet así que estoy justificado. — Dijo Bin, tomando sus cosas para así poder partir al gimnasio.

— Ojalá se te rompa un brazo. — Bufó Minhyuk, frunciendo el ceño.

— Yo también te quiero, Rocky bu. — Dijo el peli-morado, con sarcasmo. — Ya me voy, si llego tarde Jaehyun hyung y el entrenador me ahorcan. Los veo luego en la heladería de Wonpil hyung.

— ¿No que Jae hyung te prohibió la entrada por gritarle a un señor por ser vegetariano? — Dijo Sanha, frunciendo el ceño.

— No importa, los veré ahí. — Finalizó y salió corriendo del salón.

— Myungjoon hyung fue enviado a casa. Se tragó una moneda creyendo que era una galleta. — Suspiró Dongmin, viendo su teléfono.

— Disculpen... — Se oyó una voz a espaldas de los cuatro restantes. — Hola, soy Chenle y él es Jisung. Somos de primer año y nos enviaron en reemplazo de otros dos chicos.

— ¿Y qué, el otro no habla? — Cuestionó Minhyuk, señalando al pequeño Jisung, pero Sanha le dió un golpe en la cabeza.

— Si hablo... Solo que soy algo tímido para hacerlo. — Dijo el rubio, moviendo su pie de un lado a otro.

— Bien, vengan con nosotros al sótano para buscar los elementos de limpieza. Pero cuidado, — Dijo Jinwoo, acercando su rostro a los dos menores. — podría atacarlos el fantasma del fundador de este colegio.

— Aquí vamos otra vez. — Dijo Sanha, rodando los ojos, puesto que el mayor le había contado la misma historia a él,  Minhyuk, a Bin y a Dongmin en su primer año.

— ¿Y cómo se llama? — Dijo Dongmin, arqueando una ceja.

— ¿Tengo cara de que se quién fundó esta pocilga? Solo me sé la historia porque es una tradición contarsela a los de primer año. — Bufó el rubio.

— Los fantasmas no existen, hyung. Ya no somos niños. — Dijo Chenle riendo y ambos salieron del salón.

— Que triste que no se lo creyeran. — Dijo Dongmin, haciendo un puchero.

— Lo triste, es que yo si me lo creí a su edad. — Habló Sanha, agachando su cabeza.

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Los seis jovenes estaban limpiando tranquilamente hasta que Chenle observó por la ventana de uno de los salones, estaba lloviendo a cántaros. El castaño corrió sosteniendo un paño mojado en su mano, directo a los demás.