Estaba harta de que Naruto la tratará diferente a los demás empleados solo porque fuera la hija del dueño de la empresa. Ciertamente solía ser educado con todos, pero con ella no solo era excesivamente amable, también solía ayudarle en sus pendientes aun cuando ella no se lo pidiese, jamás le regañaba o llamaba la atención cuando algo no hacía bien o a tiempo, sencillamente le ayudaba. Y honestamente, lo que odiaba era que la tratara de manera amable, mientras fingía que no había nada entre ellos...
- Hina, necesitamos platicar sobre los últimos reportes, ¿a qué hora nos podemos ver? – le había marcado a su teléfono de oficina, cuando bien podía llamarle directamente a su celular.
- A la hora que tu decidas, al final de cuentas eres el jefe.
- ¿Te parece bien a la 11 de la mañana?, así no interrumpo tu hora del almuerzo con tus amigos – sonaba con tanta tranquilidad, que de repente sintió la necesidad de colgarle, pero se recordó que hacer eso sería un acto demasiado infantil.
- De acuerdo, a las 11 nos vemos.
- Yo voy a tu oficina.
- Me parece que eres el jefe y que, como tal, tendría ser yo quien vaya a tu oficina – Naruto solo se tomaba aquellas molestias con ella, todos los demás tenían que ir a su oficina cuando este les pedía reunirse, y todos se apegaban a su tiempo, con ella era diferente, con ella era él quien se adaptaba a sus tiempos.
- Como tu desees – le había respondido. Y ella se sintió más enfadada, ¿no podía sencillamente imponer su autoridad y decir que se haría lo que él dijera?, de ese modo podría entender que lo suyo era una relación de compañeros de trabajo, y así podría superarle, pero si se portaba así, ella seguiría con sus estúpidas fantasías.
Agradecía que sus mejores amigos fueran además sus compañeros de trabajo, y que siempre la escucharan y mimaran cuando se sentía tan triste como ese día.
- Eres demasiado orgullosa – le había dicho Kiba – basta con que aclaren sus malentendidos para que sean la pareja que tanto quieres tener con él.
- No es orgullo – dichas las palabras tanto Kiba como Shino le rodaron los ojos – en todo caso, él fue quien puso esa barrera.
- Lleva poco tiempo como director de la empresa, ¿no crees que el trabajo lo abrume? – Shino siempre buscaba justificar al rubio.
- En eso tiene razón Shino, es mucho el trabajo que tiene sobre sus hombros, y el hecho de que seas la hija del jefe no ayuda.
- Se comprensiva con él – ella no quería ser más comprensiva de lo que ya lo era – Naruto besa el suelo que pisas, estoy seguro que tiene sentimientos por ti.
- Si claro, de amigos, de amantes, pero no de una pareja, quizá solo soy un pasatiempo para él, porque ya saben que el siempre termina huyendo de mí.
- No eres un pasatiempo, de ser así, no me habría dejado trabajando horas extras en el verano solo para que tu pudieras ir a tus viajes familiares.
- No solo a ti – le dijo Kiba – a mí también me hace trabajar extra cuando Hinata es irresponsable – le había dicho a modo de broma, pero Hinata igual enrojeció.
- Lamento mucho aquella situación – les había pedido previamente disculpas hasta el cansancio – mi padre me engañó para que viajara con él, me dijo que era un viaje de negocios que Naruto le había pedido que hiciéramos de imprevisto, luego en pleno camino descubrí que era un simple viaje de diversión, y por supuesto Naruto me pidió que no regresara y que disfrutara el tiempo con mi padre, de haberlo sabido yo, yo... – Shino y Kiba rieron, pues aquella situación era una de varias situaciones en las que Hinata había sido engañada, y que para nada culpaban, pero tenían que reconocer que en lugar de que Naruto permitiera que se le acumulará el trabajo, hacía hasta lo imposible para que Hinata encontrará todo en orden, y eso evidentemente lo hacía por ella, y dudaban mucho que se tratará solo por ser la hija del jefe.
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La hija del jefe
FanfictionLa admiración y respeto que Naruto siente por Hiashi es tan grande, que es suficiente para entender que su hija es prohibida...