Que duro es ser la esposa de un F4.

Capítulo 4: Agotamiento.

Han pasado dos días desde lo ocurrido de la borrachera de Domyoji y él no parecía que hubiera superado aquello.

-Maldición, me he…- de camino a clases de tecnología me tropecé con Domyoji que estaba cambiado -¿Domyoji-sama? ¿Qué se ha hecho?

-Nada y que sepas que esto no es por ti, solo quise darme un cambio.

-Pues en parte te queda bien y sobre aquello, perdona, estaba enojada y lo pague contigo, no lo volveré hacer, pero promete que no volverás a beber, me asuste mucho al verte en aquel estado.

-¿De verdad?- asentí con la cabeza -vale, por ti no volveré a beber así.

-Ju, bueno, yo me voy a clases, nos vemos luego gua…- el peinado de Domyoji se volvió a poner como siempre de una manera cómica que no puede evitar reír -¡Ha, ha, ha!

-¡No te rías, esto es culpa del peluquero, ese me va oír!

-Ju, ju, ju, Dios me duele la tripa de tanto reír, bueno me marchó.

Nuevamente retome mi  camino a clase, lo malo es que llegue tarde por entretenerme con Domyoji así que el profesor me castigo fuera del aula a esperar que acabe la clase de hoy.

Cuando termino la escuela me fui a trabajar, en esta ocasión me pidieron que regresara al bar donde trabajaba antes para hacer danza aérea como lo hacia mi madre antes de morir asesinada en pleno número.

-Eurus…- al terminar mi número me encontré inesperablemente a Domyoji el cual me abrace llorando de tristeza ya que siempre que lo hago recuerdo a mi madre -¡Uhm! Eres un tramposa, te iba a reñir por hacer esa danza peligrosa, pero si lloras no puedo.

-La echo mucho de menos.

-Me imagino, tranquila, llora todo lo que quiera- me puse a llorar un buen rato-¿Mejor? Asentí con la cabeza.

-¿Cómo es que estás aquí?

-Shizuka, una amiga nuestra vino hoy y ella le gusta mucho este local, aunque no sabía que ella ya te conocía, al igual que Rui.

-Fue cuando mi padre también vivía, él era uno de los agentes de seguridad de ST de la casa de Rui, solía ir abecés a jugar con él y Shizuka.

-Entonces eres la famosa niña gata.

-¿Por qué dices eso?

-Rui me decía que eras como una gatita, siempre trepando a los árboles y luego era imposible que bajaras solita.

-Que te den- enojada me fui a cambiar y luego volví -ya pensaba irme, vuelve con el resto que yo ya mañana veré a Shizuka.

-Tranquila, les dije que me llamaron para un asunto, así que te llevare a casa a descansar.

-Vale, pero luego no digas que yo te robo tiempo con tus amigos.

-Ju, que graciosa.

Al levantarme vi que no sonó el despertador, llevaba 5 minutos de más durmiendo así que rápida me prepare y me fui a la escuela con una tostada en la boca.

-Buenos días Eurus ¿Hoy dónde está el fuego?- Domyoji a venir en coche y siendo el director no le da mucha importancia en venir rápido -incluso hoy te haz hecho unas graciosas trencitas de niña… Enojada me fui y pase de él para ir a la taquilla.

-Hermana- Susumu vino -¿Dónde andas metida? Ya no vives en tu piso de alquiler.

-No, como tengo que pagar las clases me he ido a vivir con una amiga.

-¡Ah! Que alivio, por lo menos a ti te he encontrado, Sakurako lleva días que no viene y cuando he ido a verla su abuela me dice la deje descansar.