One Shots | Bill Skarsgård

Incondicional.

Era doloroso verla junto a él, gritaba porque lo dejará de una vez por todas, pero  solo sentía la impotencia. Tenerla tan cerca y tan lejos de mí.

― ¿Qué piensas hacer hoy? ― preguntó mirandome directamente a los ojos.

Dejé de mirar mi libro de ciencias, para ponerle atención a ella.

― Tengo planeado pasar a recoger a la amiga de mi hermana, hoy es noche de chicas ― Sonríe ante mi último comentario. ― ¿Por qué? ¿Acaso quieres acompañarnos?

― Billie, eres demasiado tierno con tu hermana ― Sonríe con ojos de dulzura. ― La propuesta suena tentadora, pero... ― De seguro se trata de su estúpido novio. ― Saldré con Charlie esta noche. ― Genial.

Mi expresión se vuelve seria, desaparece mi sonrisa y mi tono de voz suena indiferente.

― Ya sé. ― Vuelvo a poner mi vista en mi libro de ciencias.

Ella coloca su mano en mi libro para interrumpir mi lectura.

― ¿Qué te sucede? Siempre que te hablo de Charlie te comportas de esa manera.

Porque tu novio es un mediocre, sabe tirarse a todas las chicas de la acádemia mientras sale contigo, pero estás tan enamorada que ni siquiera te das cuenta.

― Sabes lo que pienso al respecto de él...

― ¡Ay no puede ser! Aquí vas de nuevo. ― Me interrumpe.

― Cindy, como es posible que después de todo lo que te ha hecho puedas seguir andando con él, no te merece. ― frunzo el ceño.

Ella comienza a tomar su bolso y se que está a punto de marcharse.

― Hablemos cuando estés mas tranquilo.

Se incorpora para ponerse de pie.

― Espera, disculpa, no era mi intención molestarte Cindy. ― Digo mientras comienzo a ponerme yo también de pie.

Tomo de inmediato mis cosas y corro entre las mesas de la cafetería de la universidad.
Pero es demasiado tarde, se esfuma y no logro encontrarla entre la multitud de estudiantes.

<< Joder Bill >>

Mi mamá me da indicaciones de que puedo preparar para cenar, la amiga de mi hermana menor de 8 años y ella se encuentran en su habitación, mientras yo estoy preparandoles unas palomitas mi mamá se alista para salir con mi papá.

― No dejes que se duerman tan tarde Billie, y no dejes que vean una película de terror.

― Mamá tranquila.

Mi papá entra a la cocina arreglado, sosteniendo un paragüas para la lluvia que se apróxima.

― Cariño, deja que las niñas se diviertan, y apresurate o se nos hará tarde. ― Dice mientras le da un beso tierno en la frente a Mamá.

― Esta bien, y si necesitas algo hijo por favor llamanos, sea lo que sea ¿De acuerdo?

― Creo que se les hará tarde. ― Sonrío.

Mi mamá se despide con un beso en la mejilla de mí mientras papá la encamina a la entrada de la casa.

― ¡Que se diviertan! ― Grito al ptro lado de la cocina.

Mientras termino de acomodar la sala para Molly y su amiga, mi teléfono vibra.

― ¡Molly! ¿Qué película van a querer ver?

Desbloqueo mi teléfono y miro que es un mensaje de Cindy.

El mensaje dice lo siguiente.

Cindy:

Acaba de pasar algo, por favor ven por mí, te necesito.

Mas a bajo del mensaje viene una dirección. Sin pensarlo decido tomar las llaves del auto, mientras selecciono la película de Buscando a Nemo en Netflix, le explico a mi hermana que las dejaré un momento solas y que no tardaré nada.

Me aseguro de poner bien la llave de la entrada, y corro al auto para dirigirme a la dirección que me envió Cindy.

Comienzo a preocuparme, le llamo a Cindy por teléfono pero me manda directo a buzón. La lluvia comienza a ponerse cada vez peor. Y las ideas invaden mi cabeza, no sé que fue lo que le pasó, pero si ese idiota le llegó a poner una mano encima, juro que iré por ese cabrón.

Mis nudillos se ponen tensos al sostener más fuerte el volante.

Al dar la vuelta en una de las esquinas veo a Cindy, caminando entre la lluvia, con frío,  ni siquiera trae puesto un sueter.

<< Maldita sea Charlie >>

Detengo el auto y de inmediato salgo para ir por ella, me quito mi sueter y comienzo a ponerselo a ella.

― Vamos, entra al auto. ― Digo y ella solo solloza.

Abro la puerta del lugar del copiloto, y comienzo a ayudarla a entrar con mucho cuidado.

Al subir al auto no digo ni una palabra, solo conduzco.

― ¿Puedo quedarme esta noche en tu casa?― Apenas logro escuchar su voz, su tierna voz asustada.

Sus ojos están bañados en sangre, pero hay algo que no me gusta nada, ese moretón en su rostro, muy a bajo del ojo.

― ¡Que se joda! ― Grito al aire. ― Ese imbécil no debe tratarte de esa manera. ― Suelto furioso.

Ella da un salto en el asiento, asustada.

― Es... no es nada. ― Dice nerviosa.

― Cindy, tienes que dejarlo ya, no te aferres.

Sus ojos están bañados en sangre, sé que quiere expresar lo que siente, pero contiene un nudo en la garganta.

― Yo te ayudaré, prometo no dejarte sola. ― Suspiro.

Continuará...

Hola lectoras y lectores, he estado muy ocupada con mis pensamientos, a pesar de estar en cuarentena y toda esta crisis espero se encuentren bien, y entretenerlas con más historias. ❤