Venezuelan Roomies

19. Viaje de Roomies: Mérida

Alysia's P.O.V

— ¿¡Cómo que tu hermano se va a quedar a aquí hoy!? —Le pregunto a Aaliyah mientras ella ordena su cuarto a millón. Como la buena amiga que soy, y para no ser tan rata, la ayudo a poner un colchón extra en el piso y Anisha la ayuda a tenderlo.

Ve tú a saber dónde coño fue a parar Ainhoa. Esa estaba que saltaba en una sola pata de la felicidad.

— ¡Si! De pana, perdón que no les avisé antes. Lo olvidé por completo porque se me enredaron las fechas. El domingo es cumpleaños de mi mamá y él se va a quedar aquí hoy con su novia porque disque no quiere gastar plata en hoteles. Yo estoy clara que es porque le hago falta, pero ajá, ese no es el tema —Explica mientras pone sus zapatos, los cuales estaban regados por el cuarto, en su sitio—. Les prometo que no es fastidioso y mañana apenas salga el sol nos vamos, no regreso hasta el lunes en la tarde. —Saca un bolso escolar algo grade y color morado de su closet y lo deja caer sobre su cama antes de sentarse a tomar un respiro— Un segundo... —Masculla mientras una sonrisa se extiende por sus labios— ¿No quieren venir?

— ¿Qué? —Preguntamos las tres, Ainhoa saliendo de repente de su cuarto con... Ya va ¿Eso es un babydoll?

Cielo santo.

Ainhoa tiene piernas hermosas, weon.

Yo le doy y no son consejos.

— Primero que todo, quítate esa mierda, Ainhoa Eileen, que Altaír es ocho años mayor que tú y viene con la jeva. —Noah le hace un puchero a la morena que yace sentada aún en su cama— No. —Ainhoa vira los ojos antes de ir a su cuarto a cambiarse de nuevo por su pijama. Cuando vuelve, Laya esta sacando ropa, en su mayoría abrigada, de su closet para guardarla en el bolso. También un par de botines— Ahora sí. —Sonríe al ver que Noah ya se cambió y sigue hablando mientras guarda la ropa y algunos zapatos. No es mucho, a decir verdad— Ya les dije que mi mamá cumple años el veintiocho, este domingo, y ella dice que le gustaría conocer a las muchachas con las que estoy viviendo así que las estoy invitando a faltar el lunes a la universidad para que vengan conmigo ¿Qué dicen? —Se queda mirándonos, esperando una respuesta

— A mi no me lo tienes que preguntar dos veces, amor mío. — Ainhoa se lanza a abrazar a Aaliyah mientras chilla como mocosa.

— Si quieren les puedo dar unos justificativos para que tengan una excusa, mi hermano se los puede firmar para que se vea real ¿Si? —Ofrece pestañeando varias veces y sonriendo de una manera que la hace ver totalmente angelical.

¿Me van a decir que ustedes nunca en su vida han dado un justificativo o reposo falso para faltar a clases?

— Bueno... Yo digo que sí —Acepta Anisha asintiendo.

— Vamo' a lanzano' esa travesía, pues —Saco mi lado malandro y reímos al tiempo que se escucha el timbre de la casa. Analizo nuestras fachas y todas estamos medianamente bien... Bueno, a Laya no debe importarle demasiado.

Aaliyah sale del cuarto con nosotras siguiéndola, vamos hasta la sala y ella le abre la puerta a lo que puedo categorizar como una de las criaturas más preciosas que he visto en mi existencia, junto a una preciosura de mujer catira.

¿Alguien ha visto por ahí mis pantaletas? Es que se fueron volando cuando estos dioses aparecieron frente a mí.

— ¡Hediondo de mi corazón! —El Adonis que yace en la puerta de mi casa la mira alzando una ceja, Laya ríe nerviosa y lo abraza viéndose totalmente pequeña a su lado, pues su cabeza solo llega a su pecho. Él niega divertido antes de corresponder el abrazo.

— También te extrañé, hedionda —Afirma con esa sexy voz, que sale de esa sexy boca, que está en esa sexy cara, con un sexy cuerpo y...

Santa mierda, el hermano de Aaliyah es demasiado sexy.