Capitulo XVIII

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Decir que era correcto lo que estaba haciendo, era mentirme a mi misma; asi que me limité a no pensar en nada más hasta llegar a donde estaba Félix.
Yo iba detrás de él a unos metros de distancia, pero en un momento sintió que estaba siendo perseguido y volteó. Yo me escondí detrás de un árbol para que no me descubriera. Espié y ya había volteado nuevamente. 

Habíamos hecho cinco cuadras de casa, y aún continuaba caminando. ¿A dónde iba a "trabajar", supuestamente?. Hicimos diez cuadras más, y yo ya estaba exausta. Y, finalmente llegamos a destino.

Félix entró a una especie de campo aislado. Me asomé detrás de una pared, pero desde donde estaba no lograba distinguir nada.
Me acerqué aún más. El miedo corría por mis venas, y mi corazón bombeaba sangre más rápido de lo usual. Tenía suerte de que fuera de día, de otro modo jamás me hubiera atrevido a llegar hasta aqui.

Félix entró a una pequeña cabaña en ese campo, y cerró la puerta tras si. Y fue el momento de decidir. Tenía dos opciones: 1) Me iba del lugar. Asi no podría averigüar finalmente de que trabajaba Félix... y eso me frustraba; ó 2) Tocaba la puerta, aunque tal vez no me abrirían. Estaba dudosa. No me atrevía a pasar sin permiso, y finalmente toqué. Las piernas me temblaban. 

Di tres golpes en la puerta y un hombre de alta estatura, con lentes negros y cabello perfectamente cortado me abrió la puerta pero bloqueando la vista. Era un hombre algo robusto y yo no lograba ver más allá del traje negro que éste llevaba puesto.

-Contraseña- dijo con una voz algo grave.

-¿Contraseña? ¿Qué es esto?-

-Incorrecta- espetó.

-No se la contraseña.-

-Incorrecta.-

-¿Podría hablar con Félix?.- dije desesperada.

-Incorrecta, adiós.-

Y cerró la puerta. Era inútil que volviera a tocar, ya que no sabía la maldita contraseña. Estaba segura de que ese lugar no era el trabajo de Félix. ¿Una contraseña para entrar? Sonaba raro.
Opté por marcharme, otra opción no tenía.

Regresé a casa y no sabía que hacer. Llamar a Félix no resolvería mis dudas, pero quedarme sin hacer nada no era una opción aqui. ¿Hablar con Cassidy? Tal vez podría funcionar; aunque ella no se llevaba muy bien conmigo. Pero internarlo no costaba nada. Y así fue. Me dirigí al su cuarto, en la planta alta.

Mientras subía, ella salía de su habitación. 

-Cassidy. Espera.-

-¿Si?.-

-¿Podríamos hablar en tu cuarto?.-

-¿Es urgente?.-

-Algo.-

-Ven.- dijo ella.

Resultó algo más amigable que las otras veces. 

-Dime- dijo mientras cerraba la puerta.

-Bueno. Por donde empiezo...-

-Por el principio- dijo de mala manera.

Ya regresó la Cassidy de siempre, pensé.

-Bien. Tu primo, me preocupa. Y no lo digo solo por su operación- entrelazé los dedos.-Ha tenido salidas sospechosas desde que se mudó aqui y precisamente hoy lo seguí.- al decirlo me ruborizé.

Cassidy me escuchaba con mucha atención.

-Llegué a un campo algo abandonado y él entró a una cabaña. Cuando intenté entrar, un hombre de aspecto formal me pidió una contraseña. Parecía un lugar privado.-

Ella alzó las cejas.

-¿Tu sabes algo de Félix que yo no, y que pueda resultar... peligroso?-

-Verás... Félix hace un tiempo atrás era...- No, lo siento, no puedo decirtelo.-

-Cassidy, por favor. Eres la única que me puede ayudar.-

-Yo jamás hablaría sobre mi primo a su espalda. No soy esa clase de persona.- dijo ella.

-¿Es algo malo?-

-No exactamente malo, desde mi punto de vista. Pero puede que del tuyo si.-

-Cassidy, por favor.-

-No, lo siento. No me entrometeré en sus asuntos personales.-

Me quedé callada sin nada más que decir. Era obvio que no la convencería.

-Como sea.- 

Cuando me retiraba, Cassidy me tomó del brazo.

-Espera.- Pregúntaselo a él.-

-Me dijo que era su trabajo.- No me dirá la verdad.-

-Félix nunca ha sido bueno engañando, si le insistes, te terminará diciendo la verdad. Te aseguro que trabajo no es.-

Se quedó callada y di por terminada la conversación.

Bajé y en la cocina, María preparaba la cena. Eran las 18:00 hs.

Fuí hasta mi cuarto y abrí el correo. Tenía un mensaje, de Nicholas.

"Estoy ansioso por verte".

No podía contestar en este momento. Me bloqueé y me limité a cerrar la sesión. 
Escuché la puerta de entrada, y supuse como siempre, que era Félix. Pero al asomarme, comprobé que no era él.

Salí de la habitación y Drake salía de su cuarto. Tal vez si hablaba con él, me podría dar alguna pista de Félix, aunque lo dudaba.

-Drake.- lo tomé por sopresa.

-¿Como estás?- me saludó con un beso

-Bien, ¿y tú?-

-Bien.-

-Que bueno. Necesitaba hablar contigo.-

-¿Aqui?.-

-Prefiriría en mi cuarto.-

-Bien.- Vamos.-

Nos dirigimos a este. 

Cerré la puerta.

-Es sobre Félix.-

Le comenté todo lo dicho anteriormente a Cassidy, y fue en vano porque Drake no sabía nada de Félix.

-Muy pocas veces nos cruzamos en el día, no tengo información para darte. Ahora que lo dices, sale mucho.-

Asentí con la cabeza como dándole la razón.

-Si, asi es. Pero creí que tal vez lo habias visto haciendo algo...-

Me sentía rara preguntándole a todos sobre Félix. Parecía una especie de detective encubierto o algo asi.

Drake fruncía el ceño como tratándo de recordar algo. Y de repente soltó:

-Ah, una vez, me pidió que lo acompañara al banco. Él iba a hacer una extracción de dinero.-

-¿Cuánto exactamente?.- pregunté curiosa.

-No lo diré. Esa clase de información no se dice.-

-Vamos, nadie lo sabrá. Me serías de gran ayuda si me lo dijeras.-

-No. Pero, solo te diré que fue una gran extracción.-

Obra del destino (Completa). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora