Capítulo 11: Claro De Luna

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Ha pasado una semana desde la muerte del General Cross. La tensión inundaba el edificio por completo, pues con su desaparición, solamente quedaban 3 generales para completar la búsqueda de exorcistas por el mundo.

Además, no había visto a Allen desde hace algún tiempo. Seguramente lo habían enviado a una misión o lo tenían encerrado para evitar que la tensión aumentará por su posición como el décimo cuarto.

-Aquí le traigo un poco de té.- entro Shuurei con una bandeja que tenía té y galletas.

-Gracias.

Me senté en mi escritorio que daba hacia la ventana, ahí fue que me di cuenta que mi habitación aún estaba siendo vigilada por unos tipos de rojo. Desde hace unos días me había fijado que ellos daban recorridos por los pasillos cercanos a mi habitación y que me vigilaban durante la hora de la comida. Pensé que habían aumentado la seguridad por lo que había pasado, pero solamente estaban en los lugares en los que yo me encontraba. Era lógico que estuvieran preocupados por mi seguridad, después de todo yo era la única esperanza que les quedaba. Terminé mi té y mis galletas y me fui a dormir.

Al día siguiente, Shuurei me había llevado el desayuno, a ella también le incomodaba que tuvieramos todos los días y a todas horas pegados a los tipos de rojo, así que habíamos optado por comer en la habitación.

-___ Ainsworth, se solicita tu presencia en el laboratorio, por favor.- podía escuchar fuerte y claro la voz del supervisor Lvellie.

-En un momento voy.- dije al terminar mi bocado. Me sujete el cabello con un listón y me arregle para ir al laboratorio. Cuando llegue todos me hicieron una reverencia.- buenos días.

-Ainsworth, necesitamos hacerte algunos estudios de salud. Después de lo que nos dijiste durante la entrevista, no podemos permitir que algo malo le pase al Corazón.

-Vale, estoy de acuerdo ¿Qué necesitan?

-Algunas muestras de sangre y ADN.

¿Sangre y muestras de ADN? Puede que estén planeando algo malo...

Busque con la vista al Apócrifo pero no lo vi por ningún lado, también voltee a ver a Shuurei, ella también lo noto sospechoso y más ella, como antigua científica sabía lo que podía llegar a hacer con esa información genética.

-Si se dan cuenta de que mi genética se formó durante miles de años, es imposible que se pueda recrear.- nuevamente la que movía mi boca no era yo.

-Estamos conscientes de ello, no es necesario de que nos lo repitas.

-Se las entregaré, pero no hagan absolutamente ningún tipo de experimento con la información que consigan. De enterarme, destruiré enseguida toda la información relacionada.- en esta ocasión fui yo la que dijo todo eso. Los presentes abrieron los ojos como platos.

-No te preocupes, como muestra de que puedes confiar en nosotros, te entregaremos estos brazaletes, ayudarán a disminuir los síntomas y van a reprimir el exceso de poder.

Me entrego una cajita de diseño extravagante, dentro de ella había un par de brazaletes de oro con un diseño extraño pero a la vez elegante y hermoso.

-No creo que esto me sea de gran ayuda.

-Fueron confeccionados desde el Vaticano por el mismísimo Papa, son más fuertes que algo que nosotros pudiéramos crear. Aceptalos.- me había insistido demasiado que me parecía desagradable.

-Bueno, gracias.- en cuanto me lo coloque sentí como absorvian algo de mi poder, puede ser que me sirvan de algo.

-Ahora dime, ¿Estas de acuerdo con prestarnos tu sangre?

Innocence (AllenxReader) (FINALIZADO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora