-¡Wola! Compi de escalera. Al día siguiente aprovechando la hora libre fui a la escaleras de incendio.
-Ju, como echaba de menos el oírte.
-Pues serás el único, muchos dicen que cuando hablo les molesta, es más te puedes creer que una vez me dijeron que soy peor que un dolor de muelas.
-Sip.
-¡Jopeta! Que mal amigo que me dices esas cosas.
-¡Oh! Perdona, no quería degustar a la gatita.
-Ya, Tsukasa me dijo que así me apodabas cuando te preguntaba con quien jugabas cuando ellos no estaban.
-Pero es el que te pega, tu padre siempre te reñía cuando lo hacías.
-Y también me decía siempre “Para la próxima te dejaré allí todo un siglo para que escarmientes y no lo repitas”.
-Cierto y aún así lo volvías hacer.
-Ju, ju, ju, era el subidón del momento lo que me tenía adicta hacerlo.
-¿Y sientes ese mismo subidón estando casada con Tsukasa?
-¿Por qué me preguntas eso?
-El otro día no te quite ojo de encima, se te veía muy sería cuando se te ve mejor sonriendo.
-El otro día estaba cansada, nada más, se puede decir que soy humana ¿No?
-Yo pensaba que estabas preocupada por mi, pues eso es lo que piensa Tsukasa.
-Me preocupo por todos por igual porque os aprecio a todos.
-Entonces ¿Le engañarías conmigo?
-París te volvió un poco loco ¿Verdad? No suenas tu diciendo eso.
-Solo vacilaba, Tsukasa a pesar de llevarnos 7 años es mi amigo, nunca le quitaría la esposa, al igual que tampoco le joderia el matrimonio a mi mejor amiga.
-Ju, hacia tela que no me decías mejor amiga.
-Porque no hace falta decirlo sabiéndolo.
-¡Uhm! Me ha entrado ganas de tomar un tiramisú de la cafetería, así que me piro para allí, ya hablamos luego.
-Espera- me pare -el ser la esposa de Tsukasa te ha vuelto más guapa.
-Ser su esposa no creo, pero si el crecer, hasta luego.
Al fin llegó el día que Tsukasa me pidió ir de luna de miel, pero antes de coger el avión me llevo de compras, pues decía que mi ropa ya estaba algo vieja y que quería que estuviera cómoda para estar allí.
-Vientito mira que llegas ser testaruda, ya veras que con la ropa nueva te verás hasta más guapa.
-Pero si me estas llevando a una tienda de niña, ya soy tu señora esposa, debería ir como una mujer.
-Ju, que linda te pones cuando te pones a querer aparentar una mujer, mi niña bonita.
-¿Sabes que me pones motes por todo?
-Porque eres mi mil motes.
-Tonto.
-Que lindo, este marido que ama a su esposas se desvive para que ella vaya bien a su preciada luna de miel y me llamas tonto.
-Bueno, si te ofende cambiamos de plan y me voy…
-No vientito traviesa, vamos a comprar y después nos vamos para Okinawa.
-Ju, ju, ju.
Animada me puse a probarme ropa juvenil que me gusta y a descojonarme de Tsukasa cuando salía tras del probador con los bikinis puesto, pues se ponía rojo como un tomate.
ESTÁS LEYENDO
Que duro es ser la esposa de un F4.
Fiksi PenggemarOtro Mi Propio Hana Yori Dango que me pidieron, en este tal como me solicitaron mescle un poco de cada versión que se ha hecho de esta magnífica obra y la cual más Fanfic me han solicitado hacer. Espero que guste y compartan con otros.