더클로젯 «국민»

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Un coche avanzaba por la carretera, deslizándose suavemente, tranquilidad emanaba del cielo coronando con sol un nuevo día. Todo lo que se podía ver al rededor era verde, verde y más verde, si no contamos el gris asfalto y el azulado cielo.

--- Te pedí que me ayudaras a encontrar a alguien y ya pasaron cuatro semanas.--- Un adulto hablaba por el teléfono mientras conducía. Sentado atrás del asiento del copiloto se encuentra un niño mirando por la ventanilla.--- Sigues diciendo que aún lo buscas. ¿Qué quieres que te diga?... No, cuantas veces te dije que esto es urgente... Esta vez, por favor, no te preocupes.

Seguidamente cuelga la llamada y mira a su hijo a través del retrovisor.

--- JungKook. Nuestro nuevo hogar, es tranquilo y el aire es agradable. El doctor dijo que nos vendrá bien vivir en esta casa. Te aseguro que te gustará.--- Hace un sonido de pregunta pero el niño se mantiene impasible. Se quita las gafas de sol y las deja a un lado aún sin perder la vista de la carretera.--- JungKook, esa muñeca es... dicen que es una edición limitada. Fue muy difícil de conseguir. Tienes que agradecerle a papá.

Vuelve a fijar la vista en el retrovisor, el pequeño castañito había cerrado los ojos y fingía dormir. Cuando SeokJin mira la carretera, puede dislumbrar muchos pájaros a escasos metros, por lo que frena y baja del coche, encontrándose cuervos alimentándose de un pequeño venado muerto.

JungKook abre la puerta del auto y rápidamente se adentra en la espesura del bosque. Cuándo el joven adulto se voltea y ve la puerta abierta, sale en busca de su hijo.

--- ¡JungKook! JungKook!--- SeokJin no recibe ninguna respuesta. Un poco de niebla danza entre los árboles, como una advertencia, el silencio parece querer susurrarle sus secretos.---- ¡JungKook!--- Sigue caminando hasta un claro. Su hijo se encuentra observando una casa de piedra y madera oscura unos metros más allá.
--- JungKook, ¿por qué te alejas sin avisar? Papá te estaba buscando.--- No dice nada lo que le saca un suspiro a su progenitor.--- Hijo,--- Dice mientras señala la propiedad--- esa es nuestra nueva casa. ¿Te gusta?--- Sin decir nada, el menor avanza hacia la casa.

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SeokJin sube una caja de cartón por las escaleras de madera que conectan la sala con el segundo piso y se adentra a su cuarto. Este tiene algunas ventanas pero la luz es absorbida por el oscuro suelo de madera y el color apagado de las paredes. Más cajas se encuentran desperdigadas por el piso. Deja la caja junto a las demás y se aproxima hacia la ventana más cercana viendo cuervos revoloteando por el patio. De repente uno se precipita contra el cristal. De la impresión, SeokJin tiró una caja y se cayó al suelo. Se levantó y se acercó, viendo una fisura con algo de sangre del pájaro. Un flashback llegó y cayó al suelo, estaba en posición fetal, su respiración se volvía más errática con el paso de los segundos. Miró una fotografía tirada en el piso y los recuerdos le abordaron.

--- Qué bueno que llegaste temprano hoy. No te vi darle su regalo.--- JungKook dormitaba en la parte trasera del auto aferrado a su madre.

--- Sabes que estoy a cargo de ese proyecto. Casi no tengo tiempo libre.

--- ¿Sabes que es su cumpleaños?¿Le enviaste su regalo? Es este collar. Dice que es de su papá. Lo usa todos los días.

SeokJin se desploma en el suelo.

--- ¡Cariño!--- Un camión había invadido su carril. ¡Crash!

La habitación parecía caerse le encima. Sacó un pequeño bote blanco de su chaqueta y al tomarse una pastilla pareció calmarse.

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