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Al finalizar la jornada de clases, Yuta llevó de vuelta a a Hyemi a su casa. Le pidió volver a pasar con ella dentro, y ella accedió.

Comieron juntos y Yuta le contó que su mejor amigo Mark, iría de visita unos días, y que quería que se conocieran. En un principio, a Hyemi le incomodaba la idea de conocer a alguien nuevo, pero después de que Yuta le hablara de Mark, a ella le pareció un buen tipo y accedió a conocerlo. Al final, estaba empezando a ser más social, y no le parecía mala idea hacer nuevos amigos.

Después de comer, Yuta se marchó a su casa y dejó a Hyemi sola.

Mientras hacía la tarea, no dejaba de pensar en pequeñas cosas que había hecho Yuta por ella durante el día, también pensó en los pequeños detalles que tiene Yuta, como la bonita forma que tiene su nariz, o los bonitos que son sus ojos, o lo brillante que es su sonrisa, ah, su sonrisa, cuando sonríe es como si te llevaran al cielo.

Pensaba en todo lo que le gustaba de Yuta y en lo cercana que se sentía a él. Realmente tenía la sensación de que lo había conocido antes, pero no recordaba dónde, aún haciendo el esfuerzo de intentar recordarlo.

Su teléfono móvil la sacó de sus pensamientos, era un mensaje de su madre, le decía que esa noche no volvería a casa, ya que la necesitaban en el hospital.
A Hyemi le pareció bien, no era la primera vez que se quedaba en casa sola, pero tenía que ir a la tienda ya que no quedaba nada de comida rápida en la nevera y era lo único que le apetecía.

Salió rápidamente de casa ya que no quería ir de noche, pero la larga cola que había en la tienda, la hizo volver a casa de noche Igualmente.

Durante el camino de vuelta sentía como que alguien la estaba mirando, pero al darse la vuelta no veía a nadie.

Por si acaso, le envío su ubicación a Yuta, le dijo que pensaba que alguien la estaba siguiendo y este se le dijo que no se moviera de allí, que en menos de tres minutos estaría allí. Le dijo que se moviera a un sitio donde viera a más gente.

Probablemente le habrían puesto una multa de lo rápido que iba. Cuando llegó allí, se encontró a Hyemi sentada en un banco, y había alguien vestido de negro entero, detrás de Hyemi, a punto de tocarla. Rápidamente salió del coche y corrió hasta ellos, le pegó un fuerte puñetazo a la persona de negro, haciendo así que cayera al suelo.

Agarró a Hyemi y la apartó de allí, fue de nuevo hacia la misteriosa persona y volvió a darle unos cinco puñetazos más, solo fueron cinco ya que Hyemi lo apartó tirando de su brazo.

- ¡Yuta! ¡Yuta! ¡Ya basta! - gritaba Hyemi en un desesperado intento de que no saliera herido - ¡Ya basta! ¡Míralo! ¡Está inconsciente!

- ¡Como te vuelva a ver acercarte a ella ya no habrá nadie que me detenga! - gritaba Yuta hacia el hombre misterioso.

Hyemi tiraba como podía del brazo de Yuta y lo llevó al coche. Ya allí, lo intentó calmar.

- Yuta, por favor, relajate - decía mientras sujetaba si cara.

- Te podía haber pasado algo - decía apretando los dientes - ¿Como crees que podría haberme sentado eso?

- Nos conocemos desde hace menos de tres días, no exageres.

- ¿Realmente no te acuerdas? - soltó un pequeño bufido.

- Explícate.

- Nos conocimos cuando teníamos 6 años, ¿No te acuerdas?

- Yo, yo no recuerdo nada de eso.

- ¡Yuta! ¡Yuta! ¡Llévame a caballito! ¡Venga! - gritaba una Hyemi de 6 años.

- Venga, súbete, rápido, antes de que venga mi madre y nos regañe.

Después de unos minutos encima de la espalda de Yuta, la pequeña Hyemi se bajó sola, en el momento inapropiado, ya que no vio que un coche se acercaba a toda velocidad hacia ella.

El coche se llevó por delante a la pequeña, dejándola en el suelo, sangrando e inconsciente.
Yuta gritaba su nombre y la movía intentando que despertara, pero nada. Debido a los gritos del pequeño, sus madres salieron y se encontraron la horrible escena.

Rápidamente acudieron a un hospital, donde el médico les dijo que Hyemi, había perdido la memoria, no recordaba nada de lo que había ocurrido en los últimos dos años, es decir, olvidó por completo la existencia de Yuta.

Al mejorar, la señora Kim decidió que lo mejor era mudarse a otra ciudad. Hyemi olvidó para siempre a Yuta, pero el la recordó y amó durante los siguientes años.

- ¿Aún no te acuerdas? - preguntó Yuta

- Yo, yo, no se que decir. Sinceramente, sentía que te conocía de hace años desde el día que te vi, pero no pensé en esto. Joder, ¿Por qué mi madre nunca me contó nada de esto? ¿Y como no te reconoció cuando te llevé a casa?

- He cambiado mucho desde que tenía 6 años, y tú también, no te habría reconocido si no hubiera sido por pequeños detalles que vi en tí.

- Entonces, ¿éramos amigos desde que teníamos 6 años?

- Teníamos exactamente 5 años cuando nos conocimos, y si, digamos que éramos amigos, por eso mismo cuando te vi en aquella clase, supe que tenía que volver a entablar una amistad contigo.

- Lo siento mucho, pero yo, yo es que estoy flipando.

- Y es muy entendible, pero cambiando de tema, ¿Nos vamos ya a casa?

𝗮𝗺𝗼𝗿𝗰𝗶𝘁𝗼 - 𝗬𝘂𝘁𝗮 𝗡𝗮𝗸𝗮𝗺𝗼𝘁𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora