Esta historia se tratara de Los personajes de Nanatsu no Taizai y los capítulos serán tal y como este en la serie pero en algunos capítulos serán a imaginación mía espero que les guste
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-Gloxinia... Más despacio.
-Lo siento, es que estoy muy emocionado para que veas el lugar.
- Jajaja, yo debería de estar así pero ahora mismo estoy nerviosa.-Mencionó Ella agarrada de la mano de Gloxinia, pero el decidió agarrar a Tn de la cintura y llevarla despacio.
-Espero que te guste, no es nada grande pero para ti se que será algo grandioso.
-Viniendo de ti, todo es increíble para mi.-Dijo sonriendo, Gloxinia sonrió y llegaron al lugar.
-Bien te ayudare.-Mencionó el poniéndose atrás de la Diosa, allí el tomó los listones sobrantes del nudo y los jalo y luego, le Quito el pañuelo, luego Tn abrió sus ojos y se sorprendió, abrió un poco su boca al estar tan sorprendida, ella miraba ese lugar como el lugar más hermoso de su vida, al estar en el Bosque del Rey Hada era obvio pero esa vista era nueva para ella.-¿Que te parece?. -Dijo poniéndose a lado de ella.
- Es Bellisimo.... Jamás ví algo tan... Tan hermoso como esto.
-Sabía que viniendo de ti, te gustaría estr tipo de lugar, se cuanto amas los atardeceres.-Mencionó el mirando a la Diosa quien no apartaba la mirada de enfrente, el se le quedó mirando a sus hermosos ojos a los cuales gracias al atardecer que se reflejaba en sus ojos haciendolos hermosos. Luego el foco su mirada enfrente y miro con una sonrisa el atardecer, decidio tomarle la mano y entrelazarla.
- Siempre tienes razón en todo, además que tu me conocen mucho.-Mencionó ella mirandolo mientras que ellos se sentaban colgando sus pies al aire.
-Nos conocemos desde que éramos niños Tn, es algo obvio que se sobre tus gustos.-Dijo el sonriendo.
-Te acuerdas cuando estabamos niños y tu me presentaste a tu madre, la Reina Daría.
-Si.. Ese día tu estabas muy nerviosa.-Dijo riéndose.
-¡Y que crees!, ¿Que iba a estar contenta, emocionada, tranquila?. -Mencionó ella riéndose y contagiando a Gloxinia.- Me acuerdo cuando no tenías tus alas, siempre me burlaba de ti.
-Si, pero también tocabas esa parte de las alas, me decías: ¿Como se siente no tener alas?.
-Si jajaja. Yo a cambio tenía pequeñas alas pero era por que soy una de la raza de las Diosa. Al igual que cuando te crecieron tus alas pero eran pequeñitas como de un bebé.
- Deja de burlarte. -Dijo un poco sonrojado.
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