GHOSTIN - Jasper Hale.

36

Abbey se recostó en su cama al lado del rubio miel.

—¿Qué crees que debería hacer? No puedo pagar exactamente... Una colegiatura en una escuela privada... —.

—Escucha, no te preocupes por eso... —el muchacho le miró recargando su cabeza en su brazo— ya lo resolveremos.

—Sólo espero no estar gastando mi tiempo... —.

—No estás gastando nada... —el rubio miel besó la mejilla de la joven—.

—Vayamos  a algún lugar después... Quiero despejar mi mente... —.

—Como desees... —.

Abbey sonrió dándole un beso en los labios al vampiro, quien sonrió inconscientemente.

(...)

—¿De verdad planean cazar a Victoria? —la castaña miró al rubio miel—.

—Es la única manera en la que podemos asegurarnos de que no tendremos más problemas.

—Les ayudaré entonces —.

—No —toda la familia miró al Hale—.

—¿Qué? ¿Por qué? —.

—Vas a terminar mal.

—¿Dudas de mis capacidades? —.

—No, pero no confío en Victoria.

—Jasper —Carlisle miró a su hijo adoptivo—.

—¿Quién carajos confía en Victoria? —la bruja miró al vampiro—.

—Está jugando sucio, te salvó sólo para acabarte.

—No me importa, agradécele y olvídalo, voy a ayudarlos, no me voy a quedar como una inútil esperando a que ustedes solos lo resuelvan.

—Abbey.

—No me conoces Jasper Withlock Hale... —.

Los Cullen guardaron silencio ante la incómoda pelea de la pareja.

—Jasper —Rosalie llamó al muchacho— vamos a darle la oportunidad —.

—¿Ves? Todos están de acuerdo —la castaña sonrió— sólo díganme su plan, me adaptaré rápidamente —.

«Las leyendas cuentan que las brujas podían convertirse en animales, su magia y poder se los permitía; podían convertirse en grandes aves o en grandes lobos, cualquier animal y podrían controlarlo increíblemente. Su magia estaba más allá de lo imaginable, y a diferencia de chamanes y curanderos, quienes trabajaban y compartían una magia blanca y pura, las brujas fuimos condenadas a vivir con el título de la maldad»

(...)

—¿Segura de que está cerca? —.

Abbey miró a Alice después de prestar atención al líder del aquelarre olímpico.

—Allí viene... ¡A tu izquierda! —los vampiros corrieron, en ese momento miraron a la bruja convertirse en una enorme águila arpía, que sobrevoló siguiendo a la vampiresa de cabellos roja y orbes escarlatas.

Victoria miró hacia el cielo temiendo por aquella enorme ave que probablemente había sido la más grande que había visto en toda su larga vida.
Y de pronto, en un momento de distracción, el águila sobrevoló en lo bajo convirtiéndose en un enorme lobo de pelaje blanco y orbes negros.
Los vampiros vegetarianos no temieron ante la nueva figura de la bruja, sin embargo; la pelirroja sintió los nervios a flor de piel, el animal era mucho más rápido que los de su especie, casi tanto como ella, y con unos reflejos similares.