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No supe decir que no, cuando mi amiga me arrastro un domingo fuera de mi casa. Tenia la magnifica idea de no hacer nada más que estudiar pero ahí estábamos tomando un té helado mientras esperábamos el autobús. 

- ¿ Acabaste la conclusión de la tesis?

- No, aún no.

- ¿No? - Ese tono que empleo no me gusto nada. 

Y le conteste con silencio. Nada me parecía suficiente.

- ¿Tienes temas al menos?

Mi silencio significo un; no. Tampoco me gusto el suspiro que soltó o la cara que hizo, pero simplemente me hice pequeñita en mi abrigo y sorbí una vez más aquel  liquido verdoso. 

- Sabes como soy, quiero algo que nadie haya sacado a la luz o un tema sumamente desconocido o difícil. No quiero hablar de la depresión o la ansiedad. Quiero que mi tesis sea valorada por algo más que explicación y explicación. 

- Eso sera cavar tu tumba.

- Ya lo hice hace tiempo.

Solté casi de mala gana, hablar de algo que no tenia controlado me ponía fácilmente estresada.

La nieve había dejado un manto blanco en el piso y yo con pocas ganas de ver a mi amiga a la cara, juguetee formando una formas extrañas.

Que frió. 

Al igual que mis manos.

¿Las manos de el estarían igual de frías que las mías? 

Mañana era lunes y si no fuera por aquel chico, todo lo interesante que me parecía la universidad en un principio había desaparecido.

Cotard >> Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora