Capitulo 11- Dayana -
Vuelvo a a la cabaña con una sensación extraña en mi pecho y un pequeño zumbido dentro de mi oído. Cuando entro a la cabaña veo a Morgana sentada en el suelo tomando la mano de Kay qué esta postrada en la mesa del centro.
- La puede encontrar gracias al enlace qué tenemos - Levanto su mano izquierda y me mostró una línea casi imperceptible que atravesaba su palma - Estaba en lo que parecía ser un cabaña, el lugar era muy extraño, era frío - Lo decía con vista perdida en la pared - Pero por muy raro que suene, me sentía comoda, como si perteneciera ahí
Me quede sin palabras, no sabia como responder a lo que me había dicho, solo atiné a acercarme a ella y tomar su mano.
- Era Aradia de nuevo - Dijo en voz baja sabiendo que yo la iba a escuchar - Tantos años huyendo de ella, de ciudad en ciudad, de país en país y cuando al fin encuentro un lugar donde podemos ser felices - Aprieta mi mano y fija su mirada en mi - Ella regresa siempre para arruinar todo - Dice con resentimiento en su voz - Nose que le hice, nose por qué me busca, no soy una bruja poderosa, tengo que tener mi libro a un lado poder protegerme, soy huérfana, no puedo proteger nada - Pasa su mirada sobre Kay qué un esta inconsciente - Si hubiera llegado unos minutos más tarde posiblemente ella estuviera muerta - Suelta mi manos para cubrir su rostro de mi.
- Hey, hey, tranquila - Quito sus manos de su rostro - Todo va a estar bien, ella va estar bien y nosotros igual - La llevo a mis brazos - Kay va a estar bien, nosotros también y nos vamos a deshacer de Aradia por siempre, te lo prometo.
- Morgana -
A mi mente venía el recuerdo de la última vez que tuve a Aradia frente mi, todo el dolor se siente tan real como si aun lo estuviera sintiendo, el dolor de sus palabras, el olor a fuego... Sus pies caminando hacia mi, cada vez más cerca.
- Flashback -
Llego el momento, hemos pasado 3 años en este lugar y después de ese pequeño lapso de paz, ella nos encontró, como siempre lo hace, a veces pienso que el infierno podría ser el único lugar donde me podre librar de ella y por fin tener paz.
Kay estaba afuera terminando de romper nuestro escudo de siempre mientras yo volvía a repasar mi libro una y otra vez, para poder salir enteras del otro lado del mundo.- ¡Morgan! - Kay entro corriendo a la casa directo hacia mi - ¡Tenemos que ir nos ahora!.
- ¿Qué? Aun nos quedan unas horas y esto aun no esta listo.
- ¡Morgan, no hay tiempo, ella está aquí! - El tiempo se detuvo para mi por unos segundos, puede que siempre espere este momento, pero no quiere decir que este lista para el.
- ¡Morgan, vamos ya! - Hace que me levante rápidamente junto con el libro, tratando de huir.
- Puedes movernos ahora? - Me lo dice mientras escuchamos como tratan de entrar a la casa.
- Necesito un momento - Digo moviendo las hojas del libro a gran velocidad.
- Te voy a dar tiempo, pero no te aseguro que sea mucho - Ella se mueve hacia la puerta usando su cuerpo como traba, yo movía rápido mis manos y mis ojos, hacíendo a mi cerebro trabajar rápidamente.
Puedo escuchar perfectamente el sonido de la madera romperse y el cuerpo de Kay volando unos metros cayendo a mis pies.
- ¡¿Ya lo tienes?! - Me grita desde el suelo.
- ¡Sí, vamos, corre! - Cuando me agache sentí como un calor pasaba sobre mi cabeza, al levantar la mirada ahí estaba ella, una leve sonrisa adornaba su rostro.
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El bosque sabe tu nombre.
LobisomemEn el momento que la salve supe que la luna la eligió para mi.