El recuento de los daños.

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Tomás Clark.

El peor ser humano sobre la faz de la tierra...

¡COMO LO ODIO!

¿Por qué?

Muy simple, por qué me destrozó el corazón sin piedad alguna.

¿Cómo?
Me engañó con la qué creía que era mi mejor amiga, sí, con Elizabeth Matters.

¿Razones?
Ufff no lo sé, jamás me dijo por qué lo hizo, nunca le pregunté, yo nunca le di motivos para qué me hiciera eso.

¿Solución?
Sólo se me ocurre una...
¡VEN-GAN-ZA! solo eso puedo hacer, ya lloré suficiente.

Aún no sé qué haré, pero...las escenas en mi cabeza, de él y mi amiga juntos no dejan de repetirse en mi mente, no los volví a ver desde aquélla vez... me desconecté del mundo, cancelé mis cuentas en todas las redes sociales, me di de baja en la Universidad, tiré mi celular por la carretera, me mudé a las afueras de la cuidad a una casa de campo qué había comprado hace tiempo, en fin desde hace 2 meses qué dejé de existir para el mundo. Huí, huí muy, muy lejos para poder planear mi venganza...y lo mejor de todo es...
¡QUE EL IDIOTA NO SABE DONDE ESTOY, NI SIQUIERA SABE QUÉ LO DESCUBRÍ!

[Flashback]

—Natasha. —titubeó Oyuki

—¿Qué, que pasó?

—...Mira, no sé si deba decirte esto pero, no vas a creer lo que vi cuando te fuiste al baño.

—¿Qué, que viste? dime. —tragó saliva y se quedó callada unos segundos

—Tomás y Elizabeth...estaban, besándose. —dijo al fin.

Sentí como mi corazón dejó de latir por un segundo. Después, una extraña sensación se apoderó de mi, algo que yo desconocía.

—¿¡Qué!? —grité.

—Si Natasha lo que oíste. Enserio, lo lamento muchísimo

—Pero, esto no puede ser...no me estarás mintiendo, ¿o si? —contesté furiosa

—No, te juro que no miento. Es más, les tomé una foto.

En cuanto observé esa fotografía, solo sentí una cosa: Cómo mi corazón se partió en mil pedazos. Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, en ese instante Oyuki me abrazó muy, muy fuerte.

—Lo siento mucho, y tal vez no debería decirte más, pero ellos aún siguen besándose y si quieres verlo con tus propios ojos solo tienes que salir al patio.

—Eso voy a hacer. —dije furiosa.

Caminé a toda velocidad rumbo al patio...y sí, los vi...los vi y lloré, como nunca lo había hecho, después me fui a casa tan rápido como pude, y mientras lloraba empecé a empacar, ya qué planeaba huir de aquí antes de qué él me encontrara o se preguntara donde estoy, así qué me apresuré a desaparecer del mundo y partí, después cuando ya estaba muy, muy lejos de él, de todo...prendí mi telefóno y me encontré con 30 llamadas pérdidas, 5 mensajes de voz y 40 mensajes de texto. Me puse a verlos y todos decían exactamente lo mismo.

"—¿Donde estás?''

Decidí no responderlos, así qué apagué mi celular y lo lancé con todas mis fuerzas. No podía volver a verlo nunca o al menos eso pensaba.
De nuevo esa extraña sensación en mi mente se hacía presente. Fue como si mi mente tratase de decirme algo.

"—Venganza."

"—No puedes dejar que ellos se salgan con la suya."

"—Vengaté de ellos."

"—Hazlos pagar por lo qué te hicieron."

Y tal vez esas voces en mi cabeza, tenían razón.

[Fin del flashback]

Deliciosa VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora