71: Pesadillas

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Flug y Black Hat se daban turnos para cuidar de Evilyn. Y aunque la beba aún se comportaba incómoda con Black Hat él aprendió a sobrellevarlo ya que él era quien le daba su biberón. Evil se calmaba y dormía en sus brazos.

Ese día Black Hat estaba en su oficina dando indicaciones a los Hat Bots. Los robots sostenían entre sus manos metálicas uno de los dos cuadros para adornar la pared oscura, en su oficina siempre hubieron retratos de él y artilugios de los que se enorgullecía. Ahora había quitado un par para poner el de ellos tres como familia, y otro que era el que más le gustaba porque en él se mostraba únicamente a Flug.

—Cuando dije 'izquierda' me refería a MI izquierda— habló de manera demoníaca lo cuál hizo que los robots temblarán y se apresuraran a colocar bien el cuadro. Una vez que terminaron con su trabajo salieron tan rápido como pidieron.

Al salir no cerraron la puerta ya que Flug entró con la beba. Black Hat apenas iba a preguntar, pero no tuvo tiempo, su pareja le entregó a la bebé.

—Saldré, 5.0.5 no sabe hacer las compras correctamente, Elyn necesita otro tipo de leche y pañales, así que iré con él para decirle cual son los indicados. Te quedarás con ella en lo que regreso.

—¿Quieres que la cuide yo solo? Nunca se ha quedado completamente a solas conmigo.

—Esta bien, no tardaré. Acabo de cambiarle el pañal y ya sabes qué hacer si llora. Confió en ti.

Black Hat bajó la mirada y vio a su niña, ella tenía su chupete y movía sus manos hechas puños, se veía bastante tranquila. Flug le dio un beso en la mejilla a ambos, abotonó su bata, se puso una bolsa de papel en la cabeza junto con sus visores de aviador y salió. Después Black Hat vio que su auto salió de la mansión.

Suspiró pesadamente, caminó y tomó asiento en su elegante sillón, subió sus pies sobre el escritorio y la recostó en su pecho.

—Así que... pequeña señorita Hat. Tengo mucha intriga por saber en qué persona te convertirás. Es una lástima que ya no estaré— le decía a la bebé mientras la mecía. Luego le quitó el chupete y Evil se alteró un poco. —¿A caso tendrás dientes tan perfectos como los míos? ¿Cuándo se supone que te saldrán?— preguntó mientras que apretaba sus pequeños cachetes, miraba atento a su boca babeante y sus encías.

La bebé movió su cabeza de manera incomoda y estaba a punto de llorar, pero Black Hat le regresó su chupete.

—Escucha, sé que no tienes el raciocinio para entender esto, pero tengo que decirte algo, niña. No sé qué elijas y no me importa. Haz de tu vida lo que quieras... aunque si decides ser una heroína serás un desperdicio de existencia, pero estoy seguro de que eso no pasará, serás mala por el simple hecho de ser mi hija. Tendrás mucho que aprender, a veces será difícil controlar ese poder... lo único que quiero es que jamás lastimes a tu padre, sin importar qué, debes protegerlo porque él hará lo mismo por ti. Y si algún día le llegaras a hacer daño soy capaz de regresar de la misma muerte para reprenderte... es lo único que pido Evil; no permitas que sufra, cuídalo cómo yo lo haría.

La bebé lo miraba atento, parpadeando y ocasionalmente pujando un simple "uh" como si estuviese contestando. Él se acercó a ella para verla bien y eso le dio oportunidad a Evil para alcanzar su rostro. Su pequeña mano se posó en su barbilla y enseguida rió.

Black Hat se apartó, cada vez que ella reía le hacia sentir ese cosquilleo en el estómago y sonreía inevitablemente, siendo el sentimiento tan semejante al amor que sentía por Flug.

La tomó y alzó a la distancia. No sabía que hacer con ella mientras que Flug llegaba, pero enseguida tuvo una idea y su sonrisa creció.

HERENCIA ⚠HISTORIA EN EDICIÓN⚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora