He's a cannibal

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La textura de la piel era rara y totalmente desconocida para la boca de Taehyung. La sangre seca del alrededor del trozo sabía tenuemente a hierro y fea, ya que sus papilas gustativas no estaban acostumbradas a aquel desconocido sabor, pero conforme fue masticando el trozo se dio cuenta que no era tan asqueroso como había pensado que sería y que hasta cierto punto llegó a disfrutarlo. No quería indagar tanto en si el sabor era exquisito o algo así, para él era como comer carne, pero con un sabor que la hacía diferente al resto, no podía asegurar que la posibilidad de no querer volver a comerla o siquiera probar un poco más existiera, aunque realmente era lo que quería.

Jungkook había terminado de limpiar todo su desastre y había notado que Taehyung aún no salía del baño. Le preocupó el pensar que le haya pasado algo, lo cual era sumamente cínico de su parte porque sabía que la culpa era suya aunque quisiera decir que no, así que decidió subir hasta donde estaba el baño y con sus nudillos tocó la puerta esperando escuchar algo. Pasó un rato y no escuchó nada, su corazón empezó a palpitar más rápido de lo usual porque el temor lo abrazó, ¿Y si Taehyung se había desmayado y golpeado su cabeza con algo? Más y más preguntas de esa índole inundaron su mente, pero el pensamiento de intentar abrir la puerta iba en un pequeño bote con remos a los costados.

Giró la perilla de la puerta y encontró a Taehyung mordiendo el último pedazo del brazo de aquel joven. Se acercó a su dulce chico y limpió con su húmedo sin-hueso un poco de sangre seca que tenía en la comisura del labio, para luego empezar un lento, pero totalmente apasionado beso. Sus lenguas luchaban para ver quién ganaría, pero por más que Taehyung tratara ésta vez ganó Jungkook. Empezaron a abandonar a tropezones el baño y a una puerta del cuarto del pelinegro, Taehyung buscó la revancha.

Su lengua realmente sabía cómo ganar ésta vez, el de cabellos negros hizo que la espalda de Taehyung golpeara con la pared, se separaron en busca de recuperar el aire del que fueron prohibidos hace unos momentos. Taehyung empezó a trazar un húmedo recorrido de besos por la mandíbula de Jungkook, bajando por el cuello hasta llegar a sus clavículas donde dejó suaves mordidas, el miembro de ambos estaba ya despierto.

Jungkook alejó a Taehyung de sus clavículas y empezó a besarlo de nuevo. La perdición de Jungkook era Taehyung, el más idílico ser, que te hacía pensar si ese era el aspecto de alguna clase de dios en alguna mitología o si era incluso mejor que algún dios. Alzó la pierna del rubio a la altura de sus caderas sin romper el beso, el pelinegro empezó a recorrer con sus grandes palmas las rellenitas piernas de su pequeñín. El rubio logró elevar sus piernas a la altura de la cadera de Jungkook y así enrollarlas alrededor de ésta. El pelinegro caminó en dirección a su habitación con el rubio enrollado alrededor de sus caderas y éste mismo dejando pequeñas mordidas en su cuello y clavículas para luego lamer en el mismo lugar.

Giró la perilla de la puerta y se apresuró a llegar a la cama para poder dejar a Taehyung sobre ésta. Posicionó ambos de sus brazos al costado de la cabeza del de cabellos rubios para no dejar caer su peso encima de éste por completo. Sus labios tomaron posesión de los acorazonados de Taehyung, dejando un dulce besito ahí y empezando a bajar por todo el cuello, pasando a las marcadas clavículas cubiertas por una dulce piel pincelada por un café con leche. Jungkook sabía que su niño era muy sensible en el área del cuello y clavículas, así que decidió atacar ahí y obtuvo lo que quiso desde un principio; escuchar a Taehyung jadear. Una de sus manos empezó a recorrer por debajo de la sudadera el pecho del rubio y bajó hasta empezar a trazar con su dedo pulgar pequeños círculos imaginarios en la fina cintura de su acompañante, alzó la sudadera de éste y la sacó, dejando al descubierto el pecho de su acompañante. El pelinegro se alzó para quitarse él su camisa porque sentía que estaba demás, también quitó su pantalón de mezclilla oscura estando ya de pie sobre el suelo y viendo cómo Taehyung repetía lo que él anteriormente había hecho, solo que su dulce niño había quitado de encima de su cuerpo la ropa interior también.

Cannibal  ¡! KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora