37| Compras.
–¡Una más, por favor!– Katlyn junto sus manos en súplica. Sin más que decir acepté.–¡Por eso eres la mejor amiga que Dios me pudo haber dado!
Me dió un beso en la mejilla antes de empezar a buscar otra tienda de ropa. El día de hoy estábamos comprando los vestidos de graduación. Ada no había podido venir ya que tuvo que viajar de emergencia a otro estado.
Mi celular marcó la 1:30 PM. No había comido nada desde mi desayuno de la mañana.
–Espera– la detuve, antes de que entrara a una tienda más– Primero vamos a comer, mi hijo o hija pide comida y yo también.
Kat asintió y me tomó de la mano para ir a la zona de comida. Entramos a un pequeño restaurante de ensaladas, me estará tomando el pelo. La miré esperando una respuesta.
–No puedes comer cosas con muchas grasas ni nada de eso, nada mejor que una rica ensalada.
–¿Me estás tomando el pelo?
–No, es enserio– me dió una sonrisa, mientras tomaba el menú–. No es tan malo, hay hamburguesa vegetariana que te va a gustar.
De mala gana tomé el menú y pedí una pizza vegetariana, aún tenía la esperanza de que Kat me tomara de la mano y nos fuéramos al restaurante de enfrente donde si venden algo apetecible para mí. El mesero tomó nuestros pedidos y se fue. Katlyn me empezó a contar sobre como había empezado a bajar de peso con un nuevo licuado y mucho ejercicio, tenía razón la notaba más delgada de lo que ya era.
–Pero si tu cuerpo es perfecto.
–Pero quiero estar mejor para la graduación, me iré con Andrew el fin de semana a la playa a celebrar nuestra graduación.– respondió con una sonrisa tonta– Creo que voy a darle mi virginidad a Andrew.
Me sorprendí ante lo que dijo, si sabía que Katlyn todavía era virgen pero siempre creí que la perdería con Hugo por lo bien que las cosas marchaban entre ambos y lo mucho que le gustaba este a ella, al parecer está vez me equivoqué. Todavía no sabía del todo lo que pasó entre ambos, solo sé que ambos tuvieron errores y que Kat no quiere saber nada de él.
–Pues me parece bien, solo cuídate, el único bebé del momento es el mío y no puedes robarle reflectores.– Katlyn rio escandalosamente.
El mesero llegó con nuestra comida, la puso en la mesa y le agradecimos con la mirada.
–Te cuento que mi hijo o hija está enojado contigo porque ellos querían grasa.
–Pues no, conmigo solo cosas saludables.– bufé– Me lo agradecerás.
Comimos entre bromas. Sinceramente extrañaba muchísimo su compañía, ella siempre me ayuda a relajarme y estar más tranquila, más ahora que tenía muchas cosas en la cabeza. Terminado de comer pagamos dividiendo la cuenta y salimos del restaurante para seguir con nuestra Karlyn aventura –Katlyn y Karen igual a Karlyn, ¿Entienden?–.
Kat me guío a una tienda color negra, decorada con letras color doradas. No alcancé a leer el nombre pero se veía demasiada elegante como para mi presupuesto.
–Mira, en esta tienda hay vestidos de toda talla y color, de seguro encontramos algo que te guste– dijo una vez entramos– no puedes no ir al baile.
–Pero no quiero, solo quiero dormir en mi casa ese día.
–No, tú debes de ir.– dijo seria.
No dije más y asentí. Puede que muy dentro de mi si tenga ganas de ir a la fiesta de graduación. Kat me guío hasta una sección de vestidos de noche, todos eran muy lindos pero la mayoría eran tallas chicas las cuales obviamente no me quedarían ni en sueños. Una de las dependientas se nos acercó.
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Puntería Perfecta. [BORRADOR]
Ficção AdolescenteDespertar en un cuarto desconocido, sin el color de las paredes de la habitación, con dolor de cabeza y solo cubierta con las sábanas. Para Karen, sin duda tenía que ser un mal sueño o una mala broma. Al recordar cómo llegó ahí, más aquella pequeña...