P.O.V. Leah Greene
Estoy recostada en mi cama, el cielo está oscuro. Es entrada la noche pero no puedo dejar de pensar en lo ocurrido hace unas horas. Nunca había sentido algo tan intenso como lo sucedido con Derek en el restaurant. Se sentía tan prohibido, bueno, emocionante... excitante. Si así fue en la comida ¿Cómo será pasar una no...? ¡Contrólate, Leah!
A mitad de mis pensamientos mi celular empieza a sonar y contesto porque ya es tarde y podrá ser una emergencia.
–Diga –digo al otro lado de la línea.
–Hola, Lee-lee –responde Liam, y puedo sentir su sonrisa.
–Hola, ¿Cómo te fue en el viaje? ¿Te tratan bien los europeos?
–Me fue muy bien. Ya estoy instalado en un pequeño departamento; es cómodo, acogedor y está cerca del hospital, puedo ir andando. Y sí las Francesas me tratan bien.
– ¿Las Francesas? –pregunto con un toque de celos.
–Sí, son muy amables –dice riendo.
–No es gracioso, Liam.
–No, no lo es pero tú celosa sí. Te quiero, pequeña, recuérdalo –dice aun riendo.
–Y yo a ti –digo en un susurro–. ¿Cuando empiezas a trabajar en el hospital?
–Mañana a primera hora –resopla.
–Estás agotado –afirmo. Lo puedo notar en su voz.
–Sí, acabo de llegar del aeropuerto y vine directo al departamento. Después, iré a comer con mi amigo para que me explique en que consistirá mi trabajo y me dé un recorrido por el hospital. Espero llegar a dormir temprano, el cambio de horario es una pasada.
–Sí, me hago una idea. Bueno, te dejaré para que hagas tus cosas. Gracias por acordarte de avisar una vez instalado.
–Te quiero. Hablamos luego.
–Cuídate. Te quiero y éxito en tu trabajo mañana.
-Gracias. Adiós, preciosa.
¡Diablos! Me siento una hipócrita con Liam. No debo dejar que pase algo como lo de esta tarde con Derek otra vez. Liam es una gran persona que merece todo mi respeto y mis pensamientos. Tengo que evitar a Derek a toda costa.
Al final conseguí dormir por un par de horas. Ni siquiera recuerdo cuándo fue que concilié el sueño.
Me levanté de la cama, me duché, y vestí unos jeans azul deslavados, una blusa negra y encima un suéter de manga corta de algodón color beige con estampados de mariposas de colores, unos tacones negros, me coloco un sencillo collar con un diamante redondo, me maquillo un poco y opte por llevar mi cabello suelto. Después, bajo a desayunar antes de dirigirme al hospital.
La mañana se va rápido ya que ha habido mucho movimiento en urgencias. Un par de horas antes de terminar mi turno recibo una llamada de un número desconocido.
– ¿Hola? –saludo insegura.
–Dra. Greene, ¿me ha extrañado? –escucho la voz seductora de mi hermano mayor, Drew Greene, al cual no he visto en seis largos meses.
– ¡Drew! Te extraño como loca aunque tiene sus ventajas ser hija única –digo riendo–. ¿Cómo has estado?
–Muy bien –dice animadamente–. Les tengo una sorpresa.
– ¿Buena o mala? –pregunto burlonamente.
–Buena. Creo –dice riendo–. Estoy en Wisconsin.

ESTÁS LEYENDO
Cuando Me Hiciste Tuya
RomansaLeah Greene, una joven estudiante que parece estar en una etapa de su vida llena de estabilidad. O eso creía. Hasta que llega Derek Sloan; un hombre mayor e imponente, a poner su mundo de cabeza. Está historia es totalmente original y producto de m...