Epílogo

4K 281 21
                                    

Macy se apartó el mechón de pelo rebelde de la cara y colocó el pequeño delfín hecho de fondant sobre el merengue que cubría el pastel. Luego procedió a acomodar los peces de distintos colores a los costados. Miró su trabajo terminado por unos segundos y luego soltó un suspiro.

―Necesito una segunda opinión ―dijo en voz alta y volteó el rostro hacia la entrada de la cocina.

Edward ingresó en ese momento, colocándose una camiseta oscura. Estaba recién duchado y ella tuvo que hacer un esfuerzo para no abandonar todo lo que estaba haciendo para pasar otro par de horas en la cama.

―¿Cómo te fue, cariño?

―Fue una expedición muy fructífera.

El inmortal terminó de acercarse con una sonrisa y le limpió la punta de la nariz y la mejilla izquierda de los restos de harina antes de depositar un beso en sus labios. Macy se colgó de su cuello y profundizó el beso, tentándolo.

―Pero en serio, necesito tu opinión ―dijo contra los labios de su esposo.

Edward la besó nuevamente en respuesta y volteó el rostro hacia el pastel sobre la isla de granito.

―Tiene un aspecto de lo más apetitoso.

―¿De verdad? ―preguntó no muy convencida.

―Sí. Pero no me juzgues, prefiero comerme a la pastelera.

Macy lo tomó de la mano y lo acercó al pastel.

―Por favor, sé sincero. Sé que ella no tiene tu visión perfecta, pero en definitiva es mucho mejor que la mía. Dime si notas algo que pueda mejorar.

Edward la envolvió en sus brazos y la besó en la mejilla.

―Está perfecto, de verdad. Lo amará y eso solo porque lo has hecho tú. Eres una madre maravillosa.

Mcy soltó una carcajada.

―Gracias, cariño. Aunque en realidad no estaba poniendo en duda mi valía como madre, sino como repostera. Sin embargo, si hablamos de padres maravillosos, tú te llevas el título del mejor padre del mundo. Siempre te comes todo lo que Hayley hornea, esté crudo o quemado, y dices que quedó delicioso.

―Un pequeño sacrificio para no perderme una sonrisa tan dulce como el azúcar que tienes en el cuello.

Macy se echó a reír cuando él comenzó a dar breves lamidas a lo largo de su cuello. En medio de ese juego, ella logró oír que la puerta vestíbulo se abrió y se revolvió entre los brazos del inmortal.

―Ya veo que están aprovechando al máximos sus últimos segundos de intimidad ―comentó Alice al ingresar a la cocina. ―Ya está todo listo en la casa. Hayley despertará en una hora.

―Entonces me daré prisa ―anunció Macy antes de salir corriendo hacia el baño―. Por favor, cariño, usa tu impecable caligrafía para terminar el pastel.

―Como gustes.

La joven se quitó la ropa y se metió rápidamente bajo el chorro de agua caliente. Casi no había dormido, pero valía la pena para asegurarse de que su hija tuviera un cumpleaños con todo lo que adoraba. Aquel era el más importante al ser el primero.

Hacía un año Hayley Cullen nació en un parto domiciliario. Gracias al colgante que la protegía, no sufrió complicaciones durante el embarazo. El algún momento sintió alguna molestia, pero nada que no pudiera soportar. Y para la tranquilidad de Edward, durante la última parte del embarazo permaneció en cama, complementando su alimentación con sangre.

EN TUS DOMINIOS 《Fanfic Crepúsculo +18》©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora