Don't Call Me Angel; larry stylinson [bottom!louis] [traducción]

4

Es bien entrada la noche cuando Louis es empujado en dirección a una esquina oscura y unos labios se posan sobre los suyos. Él gime suavemente mientras las grandes manos de Harry sostienen sus caderas y lo presionan con más fuerza contra la pared. El Alfa besa de la misma manera que como habla; dulce, lento y sensual, aunque también es un beso desordenado gracias al alcohol que ambos han ingerido. Louis envuelve sus brazos alrededor de los hombros del rizado y puede sentir las vibraciones de la música del club en su pecho.

Harry gruñe, acorralando al Omega y acomodando sus caderas entre los muslos del castaño quien respira pesadamente cuando Harry mete su lengua de forma improvista dentro de su boca. El hombre reafirma su agarre en las caderas de Louis y una de sus manos baja para agarrarle el culo. Las caderas del Alfa tienen mente propia ya que comienzan a soltar fuertes estocadas en la entrepierna del Omega.

Un calor se construye dentro del cuerpo de Louis y llena sus venas. Harry sabe a licor con una pizca de frescura, sus labios son pomposos y suaves contra los besos desesperados de Louis.

—Omega.— Harry gruñe cuando Louis trata de subirse en él. Ellos están frotándose suciamente en la parte trasera del club entre un mar de cuerpos bailando. —Tu sabor es encantador.

—Hm.— Louis lame la boca de Harry, envolviendo una de sus piernas alrededor de la cintura del hombre. Empuja su cabeza hacia atrás cuando el bulto del rizado se frota contra el suyo. —¿Cuál es mi sabor?

Harry gruñe ante la pérdida de los labios de Louis. Él se mueve para marcar el cuello del Omega, lamiendo y succionando la piel. —Frutos del bosque.— Responde de forma cortante mientras decora el área con marcas de amor.

—¿Solo frutos del bosque?— Louis pregunta, tirando del cabello del Alfa e inclinándose hacia atrás para ofrecer más de sí mismo.

—Dulce, a fresas azucaradas.— Harry muerde particularmente las clavículas de Louis. —A moras, cerezas, arándanos, frambuesas, todos los frutos del bosque.— Se mueve para atrapar los labios de Louis. La mirada de Harry es intensa, el verde es brillante y sus pupilas están dilatadas. Louis jadea cuando el Alfa estruja su trasero, juntando aún más sus erecciones. —Me gustaría que vinieras a mi casa.

—No puedo, mi motocicleta está aquí.

Harry respira entrecortadamente. —¿Sabes montarla?

—Sí.— Louis rueda sus caderas. —Amo montarla.

La confesión llama la atención de Harry quien gruñe y entierra sus uñas en el culo del Omega. —Ven conmigo a casa.

Louis lo considera. Harry es un Alfa atractivo y sabe como besar. Tiene un aura dominante ante la cual ansía someterse, pero él simplemente no puede permitir que este hombre lo tome. Louis está a punto de rechazar la oferta cuando un hombre alto camina hacia ellos y palmea el hombro de Harry.

—Tenemos que irnos.— El desconocido también es un Alfa, tiene ojos marrones y cabello color chocolate. —Hoy fue un fracaso, mañana iremos a un club diferente.

La mirada de Harry no se aleja de los ojos de Louis, pero si le echa un vistazo a los labios húmedos del Omega. Pasa saliva con dificultad. —Por supuesto. Te veré afuera, Liam.

El otro Alfa le sonríe tensamente al Omega antes de desaparecer entre la multitud. Louis se deja caer contra la pared, cerrando los ojos con alivio ya que se ha librado de la propuesta. Él no quería destruir los sueños de una sola noche de Harry.

—No luzcas tan aliviado, Girasol.— Harry se separa del chico y deja delicadamente a Louis sobre el piso. Sus manos se posan ligeramente sobre la retaguardia del castaño y le dan un último apretón. —Aquí.— Harry escribe en una pequeña servilleta que tenía en su bolsillo y se la da a Louis. —Llámame, por favor. Me gustaría verte de nuevo.