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Hongjoong caminaba por el campus de la universidad con el teléfono en la mano, escribiéndole a Seonghwa sobre la pequeña salida que tenían programada para dentro de unas horas.

Estaba muy distraído con el celular así que en ningún momento se percató de que estaban siguiéndolo, cuando estaba por doblar en una esquina e ir hasta su apartamento, fue detenido por un hombre el cual no conocía, pero parecía que él sí.

— Señor, Hongjoong. ¿Podría acompañarme, por favor?

— ¿disculpe, lo conozco? — fue lo primero que se le ocurrió preguntar, pensaba que se había equivocado de persona, pero dudaba que hubiera dos Hongjoongs en el mismo lugar.

— tenemos órdenes de llevarlo a una cita que usted tiene.

Por un momento pensó en la mínima posibilidad de que Seonghwa estuviera haciéndole una pequeña broma, pero el pelinegro no era la clase de tipo que haría algo así y estuvieron hablando hace tan solo dos minutos.

Todo pensamiento se disipó cuando dos hombres más aparecieron con la intención de llevarlo a la fuerza, fue en eso que recordó la historia que Seonghwa le había contado sobre su antigua pareja. Abrió los ojos más de lo normal e inmediatamente se echó a correr, huyendo por su vida prácticamente.

Miedo era lo único que su cuerpo podía sentir, sus piernas flaqueaban buscando ceder ante el cansancio, su respiración cada vez se volvía agitada y era muy difícil tratar de conseguir aire, tratando de llamar incontables veces a Yunho o Seonghwa, pero ninguno respondía, no se rendiría tan fácil, si moría al menos daría la lucha.

Se metió en un callejón luego de haber corrido por todo el campus, recargándose sobre una pared mientras lleva una mano hasta la altura de su pecho notando lo rápido que su corazón latía; por el miedo y la agitación. Retomó su camino, pero cuando estaba a punto de salir, dos hombres taparon la salida, obligándolo a retroceder sobre sus pies para irse al otro extremo, topándose con otros hombres más.

— no haga tan difícil la situación, señor

Dijo uno de los hombres con voz gruesa. Parecía que el cielo se había nublado por completo, la situación se había vuelto más tenebrosa; estaba en un callejón sucio a las afueras del campus. ¿Realmente así es como acabaría todo? ¿terminaría muerto en un callejón? ¿al menos encontrarían su cuerpo?

Jamás imaginó que su vida colgaba de un hilo por amor, y que este estaba a punto de cortarse en cuestión de segundos.

— solo debe acompañarnos, no le haremos nada, pero si usted sigue huyendo tendremos que recurrir a métodos pocos ortodoxos.

Hongjoong estaba debatiendo en que hacer, si se oponía moría y sino lo hacía, también. Su cuerpo chocó con la pared del callejón, rodeado de cuatro hombres con trajes negros, mucho más altos y fuertes que él, chilló cuando uno le tomó fuertemente del brazo, sin cuidado, como si no fuese a romperlo con ese tacto tan tosco. Hongjoong tironeo del agarre provocando que uno de los hombres le propinara un golpe en el rostro, siguió el segundo para dar un fuerte golpe en su abdomen, que simplemente lo dejó doblegado en el suelo, sin aire.

— fuimos claros con usted, señor.

El hombre que le había golpeado el rostro se limpió la mano ensangrentada, mientras miraba al pequeño chico tratando de recuperar el aire. Eran órdenes, no podían hacer algo al respecto.

— llévenlo al auto.

Hongjoong fue arrastrado, llevado en contra de su voluntad hacia un auto negro que no conocía. Había personas en el campus que estaban mirando, pero nadie hizo nada, nadie se atrevió a decir algo a pesar de que Hongjoong tenía el labio chorreando sangre. Estaba a punto de tener su fin y nadie parecía tener la valentía de ayudarlo.

Trastorno Obsesivo Compulsivo|| SeongJoong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora