Capitulo 16

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Narra Nico

Desesperacion, Esa era la sensación que más sentía ya habían pasado 36 horas de las 92 horas que tenía para salvar a Tn. Había leído pilas de libros, Annabeth, Percy, Leo, Jason y Piper también se la habían pasado leyendo en busca de una cura, pero no había ni una enfermedad parecida a la que Tn tuviera y eso me estaba volviendo loco.

- ¡Estupido libro!- Dije lanzando el libro que segundos atrás estaba leyendo contra la pared.

- No Es culpa del pobre libro- Dijo Annabeth levantando el libro.

- ¡Lo se!- Respondí frustrado.

- Debe de ver algo- Dijo Percy- Es imposible que nunca antes le allá dado esta enfermedad a alguien- Agregó.

- ¿Pérsefone no sabrá algo? Quizá allá una planta que pueda curar a Tn- Dijo Jason.

- O Apolo, quizá el sepa algo- Dijo Leo.

- En momentos como este me gustaría caerle bien a Pérsefone- Respondí.

- Podrías minimo intentar, quizá ella pueda salvar a Tn- Dijo Piper.

Saben que, ellos tenían razón, no podía perder nada, enseguida desaparecí en un viaje sombra apareciendo en le inframundo.

- Hey avisa cuando hagas viajes sombra- Dijo Leo mareado.

- ¿Valdés? ¿Que haces tú aquí?- Pregunte confundido.

- Tu me trajiste Sombritas- Respondió sonriendo.

- Ah- Respondí, no había sido intencional, supongo al no controlar tan bien mis emociones descontrole un poco mis poderes- Tu solo sígueme, no toques nada- Agregue.

- ¡Wow el inframundo!- Grito Leo emocionado- Está genial- Dijo feliz.

- Cállate, o los muertos vendrán por ti- Dije intentando asustarlo.

- Para eso estás tú Sombritas, para controlar que no nos maten- Dijo Leo a lo que yo rodé los ojos.

Comencé a caminar rumbo al castillo de mi padre, Leo me seguía de cerca observando todo con fascinación, ¿Era fascinante el inframundo? Es decir, a mi me gustaba pero eso era porque yo era un hijo de Hades, se me hacía extraño que alguien además de mi encuentre fascinante el inframundo, esperaba que a Tn le gustara, aunque si no le gustaba no tenía problema en vivir en otro lado.

Tn.. las últimas horas ella había estado muy débil, aveces se volvía transparente otras veces lo soportaba. Siempre decía tener un dolor intenso de cabeza y dormía bastante, le habíamos dado todo tipo de medicinas pero nada había funcionado. Ella decía que no era la gran cosa pero yo sabía que mentia.

- Llegamos- Dije cuando llegamos a los jardines de Pérsefone- No toques nada- Agregue.

- Wow, a ella si que le gusta plantar, yo una es intente plantar unas semillas de sandía, nunca salieron- Dijo Leo- Quiza le pida consejos- Agregó.

- Suerte con eso- Respondí.

Comenzamos a caminar por los jardines de Pérsefone, había todo tipo de plantas y frutos, algunos muy peculiares y otros comunes, me sorprendió ver tantos árboles de manzana, quien sabe, quizá Oersefone se volvió adicta a las manzanas derrepente. Pronto la encontramos, se encontraba cuidando a unas flores, Pérsefone era una joven Diosa de piel pálida ya que era invierno, sus ojos eran multicolor y su cabello color negro ceniza.

Ángel [Nico Di Angelo y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora