CAPÍTULO 16: san Esteban. Primera parte

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26 de diciembre, un día de celebración para todos los varones españoles llamados Esteban y, en esta ocasión, también para nosotros.

A las nueve de la mañana, la luz de una solicitud de video llamada de mi hermana hizo que cogiera mi teléfono. Yo ya me había levantado hacía media hora. Al aceptarla, vi a Lisa desatada e incorporada en una camilla. Mi hermana la enfocaba con su móvil. No tenía buen aspecto, parecía tener dificultades para respirar. Sin embargo, estaba consciente, con una piel totalmente blanca y lisa, y no parecía querer atacar a nadie.

-¡Oh, Dios mío! -exclamé- ¿Cómo estás?

-Un poco malita. ¿Cómo está Dahyun? –me preguntó.

-Compruébalo tu misma.

Cambié la cámara frontal de mi smartphone por la exterior y enfoqué a la que aun seguía dormida -bastante cerca de Chan-. Lisa cubrió su boca usando una de sus manos. Se le pusieron los ojos vidriosos de la emoción.

-Lo primero que hizo al despertar fue preguntar por ella, estaba realmente preocupada –me explicó mi hermana. –Lisa, ahora hablaré yo con Clío, ¿de acuerdo?

Asintió con la cabeza y se despidió de mí con su mano. La imagen que tenía de Lisa se cambió la de Pía.

-Como sospechábamos, algunos de los síntomas del coronavirus han sido lo suficientemente fuertes como para quedarse. Por lo tanto, le seguiremos dando antibióticos durante dos semanas más. Para entonces ya estará completamente recuperada.

-¿Y el tumor?

-Se ha hecho mucho más pequeño. Con una inyección más y desaparecerá.

-Eso es fantástico. ¿Cómo lo habéis conseguido?

-Pues yo me di cuenta de que el tumor era casi igual que el de una persona con cáncer. Asique hicimos una especie de mezcla entre ibuprofeno y quimio y... ¡bingo!

-Eres increíble, en serio. Por cierto, ¿y I.N?

-Ahora mismo le están aplicando la medicación. Tarda unas siete horas en hacer efecto.

Mi cuerpo se llenó de euforia tras aquella llamada. Desperté a cada una de las personas que había a mi alrededor, incluidos los dos trabajadores de la agencia. Les expliqué lo radiante que se había vuelto el futuro de los que algunos ya daban por perdidos. Pusimos música y empezamos a celebrarlo. Dábamos saltos de alegría, los que no teníamos puntos en la pierna, por supuesto.

La mañana de san Esteban nos devolvió esos sentimientos de alegría y esperanza que ya se nos habían hecho extraños. Esteban es un nombre que significa "victorioso", y así nos sentimos. Creímos ser los mayores vencedores del planeta, hasta que una explosión sonó durante los últimos versos de Victory song.

-¿Qué ha sido eso? –pregunté.

-Una bomba. Los norcoreanos acaban de conseguir pasar del río –contestó Han.

-Chicos, eso ha estado muy cerca. Debemos irnos ya, antes de que lancen otra –sugirió Momo.

Y entonces, otra bomba cayó. Esta vez, lo hizo dividiendo el hospital en dos. Todos gritamos horrorizados. El trabajador Kim y Lee Know ayudaron a Seungmin a caminar. Mientras nos dirigíamos a los coches, saqué el teléfono para llamar a Pía. Contestó rápidamente y me dijo:

-Clío, escúchame. Estamos todos bien, pero por poco tiempo. Vamos a evacuar a los tres enfermos en ambulancias por la parte de atrás. Dirigiros a la ciudad de Hanam, esperemos que nos dejen pasar.

-Eso está hecho.

-¡Una cosa más! –exclamó justo cuando ya me disponía a colgar.

-Dime.

BIENVENIDOS AL FINAL DE MI MUNDO  |  Imagina Kim Seungmin y Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora