La hija de Hades

Capítulo II

Narra Zyan

Me dirijo a mi primera clase, estoy emocionado ya que podré ver a Gaya, desde que llegó no puedo dejar de pensar en ella o velar por su bienestar. Anoche cuando discutió con Cira me enfadé conmigo mismo por no poder hacer nada por ella pero lo que me puso peor fue ver su mano herida, así que la lleve al jardín de los animales a que se curase.

Entro en clase y veo a todos incluso a los amigos de Gaya pero a ella no la veo por ningún lado.

Se habrá quedado dormida

Pienso para mí mismo así que no le doy importancia y atiendo a la clase de anatomía. La clase pasa rápida y empieza la otra pero ni rastro de Gaya, decido dejar pasar esta hora pero cuando acaba no hay rastro de Gaya por ningún lado. En el descanso voy directo a la mesa de Sadume.

-Hola- digo sonriente esperando que respondan.

-Que te trae por esta mesa- me pregunta cortante Sadume

-Pues… ¿saben que le pasa a Gaya?¿por qué no vino a clases?- pregunto yendo al grano y ellos se miran entre sí.

-Esto… ella… está ocupada ahora mismo- dice Sadume nerviosa.

-¿Por qué mientes?- pregunto serio esperando una respuesta

-Mira lo que haga o deje de hacer Gaya no es asunto de nadie más que de ella- replica Mike

-Pues debería de importarles a ustedes dónde se mete- digo más que serio

-Oye y ¿por qué te interesa saber de Gaya?- pregunta Christopher

Porque… porque… porque quiero saberlo y punto

-Porque se ve mal que siendo sus primeros días de clases ella falte- respondo rápido y dando gracias de la idea que me vino a la cabeza.

-Pues faltará unos días más, así que bajale a tus humitos y relájate- dice tranquilo Christopher

-¿Como que faltará?- pregunto

-Pues… que faltará no hay más- dice Sadume

-Tiene que haber una explicación- digo pensativo - y voy a verla para que me diga por que faltara

-¡Espera!- escucho a Sadume mientras corre o mejor dicho se arrastra para detenerme - ¡Detente!

No hago caso y sigo corriendo hasta salir del edificio central de la academia y empiezo a correr por los arbustos para llegar antes al edificio de las habitaciones de chicas. Cuando divisó la puerta veo que la custodian dos de los alumnos de la Academia del Tártaro, deberían de estar en clases.

-¡Quieto ahí!- escucho a Sadume pero antes de que me deje reaccionar se tira encima mio y empezamos a forcejear.

-Quítate de mi encima- le pido mientras la empujó

-Prefieres morir o quedarte aquí y escuchar lo que te voy a decir- dice chantajeandome

-Habla- pido quedándome quieto

-Mira, Gaya llevaba una noche sin dormir y con la fiesta de anoche ya van dos contando que en nuestra llegada utilizó sus poderes, necesita recargarse y estando en una Academia en el Olimpo no puede de otra manera que no sea dormir, si estuviésemos en nuestro hogar solo debería meterse en el lago de las almas en pena o en uno de los ríos por los que va Caronte pero no estamos en nuestro hogar, así que se duerme durante el tiempo que necesite ¿entendido?- pregunta levantándose de mi encima.

-¿Cuantos días dormirá?- pregunto preocupado

-Depende lo cansada que se haya quedado- dice mirando la ventana de la habitación de Gaya

-¿Cuanto?- vuelvo a preguntar

-No lo se.. quizá unos cuatro o cinco días mínimo- dice

-¿Tanto puede dormir?

-Es su naturaleza… poco más puedes hacer- Dice distante.

-¿Y porque no me lo queríais decir antes? o mejor, ¿porque hay dos estudiantes custodiando la puerta?- pregunto al volver a ver a los dos sujetos

-Esto son cosas que no debería decirte, Gaya podría enfadarse si se entera que te lo dije y te aconsejo no enfadarla…- se queda pensando- Cuando Gaya duerme es vulnerable… siempre contó con una escolta personal así que quien se intente acercar a ella lo tiene difícil… y no te lo queríamos contar porque es información que Gaya no quiere que nadie más sepa

Vaya, esta chica sabe protegerse pero… ¿por que se agota con tan solo utilizar sus poderes en un rato? Un semidiós normal puede durar tiempo sin descansar al utilizar sus poderes… que raro.

Decido darle las gracias por la informacion y me marcho a mi siguiente clase al igual que Sadume.

Narra Hades

-¿Dónde está ahora?- pregunta Perséfone, mi mujer…

-Descansando en su habitación- respondo mientras observo mi copa de vino en el cual veo a mi hija dormir.

-Si estuviera aquí no tendría que dormir días para recuperarse y no correría peligro pero nooooo… tuviste que enviarla a ser la diana de todos.- se queja mi esposa.

-¡YA BASTA!- grito para que se calle - DEBÍA HACERLO, ERA ELLA O MEDUSA Y NO PENSABA MANDAR A MEDUSA

Silencio sepulcral… mi esposa y yo nunca fuimos el mejor matrimonio pero con la llegada de Gaya todo cambio a mejor, evitabamos discutir porque ella dormía o porque queríamos que recibiera todo el amor posible… Pero siempre nos observaba discutir a escondidas, aunque nunca cambió su forma de sonreirnos.

Odio que ella tenga que soportar los comentarios hacia mi persona pero es algo que va incorporado con el título de ser mi sucesora, sin embargo ella lleva el título con orgullo y honor… siempre tuvo un carácter fuerte y sabe como defenderse, pero no soporto que tenga que soportar esos momentos de malestar que la dejan durmiendo durante días…

Es algo que debe soportar para estar conmigo y aunque nunca se quejase se que no lo soporta, sus dolores fueron a más con el tiempo… sus poderes desbordan su cuerpo y a veces tuvo que descargar tanto poder, pero siendo niña era notorio que llorase de dolor. Recuerdo la primera vez que me hizo compañía durante la hora de dormir… esa noche le enseñe a controlar el fuego y ella solo tenía dos años de nacida…

No soportaría que algo malo le pasara, por eso escondemos su historia…

-Querido Hades…- escucho desde la puerta de entrada - ¿Tienes noticias de mi hija?

-Medusa…- dice Perséfone -No sabia que se nos infesto esto de víboras ponzoñosas

-Hadess no sabia que tu esposa tenía la lengua tan larga.. deberias de controlarla - dice con rabia hacia Perséfone

-Por lo menos yo no voy de trepadora arpía asquerosa
-Ya basta… suficiente… cállense las dos o las dejaré acompañar a Caronte- las advierto -Nuestras hijas están bien Medusa, no las falta de nada y las tratan como deben tratarlas… con respeto, estate tranquila, cualquier cosa te informare

-Oh gracias querido… veo que cuidas bien de tu otra hija- dice Medusa enfureciendo a Perséfone

-Eso sigue sin quedar claro- defiende mi esposa -Podria ser hijo de cualquiera

Según Medusa, Sadume es mi hija y como tal pide que sea presentada con el título que lleva Gaya y que por ser la mayor por un mes de ambas pide que ella herede el inframundo, pero eso no será. Sadume es encantadora pero su maldad y ansias de poder son las mismas que las de su madre y eso conllevaria a una catástrofe para los humanos, no lo permitiré.

-Medusa gracias por tu visita pero ya puedes retirarte.- digo para que se vaya y lo consigo pero se va enfurecida.