Capítulo Final.
Después de esa pequeña conversación la cosa se volvió un desastre. Nos movimos de donde estábamos parados, y comenzamos a divagar por las esquinas. En más de una ocasión bailamos, gritamos, y nos divertimos un poco.
Habíamos comprado alcohol en uno de los puestos y habíamos bebido tanto, sin miramientos y sin detenernos a pensar en que uno de nosotros debía estar sobrio, que, en aquel momento, detrás de un árbol en el que mi mejor amiga vomitaba como si el mundo se fuera a acabar, todos nosotros nos encontrábamos demasiado borrachos.
El cielo, la gente, y todo lo que me rodeaba daba mil vueltas, y en más de una ocasión tuve arcadas pero la reprimí porque no vomitaría allí. No. Eso no sucedería.
Me toquetee la frente porque realmente estaba muy mareada, y me reí sin saber de qué carajos me reía.
—Ay, mierda, —susurró Adela limpiando las esquinas de su boca. Estaba segura de que diría algo más, pero sólo le dio tiempo a abrir la boca porque en cuestión de segundos se encontraba vomitando de nuevo. Rice estaba detrás suyo, tambaleándose y sosteniendo su cabello.
Con mi mente borracha recordé lo que Owen me había dicho, y sí, realmente parecía como que Rice la quería mucho.
En ese momento mi mente se dislocó un poco. Y luego solo supe que esa noche pasaron muchas cosas.
Owen se había encontrado una fanática loca que no dejó de acosarlo ni un segundo en el festival. Cosa que lo cabreó y en más de una ocasión nos dijo que se largaría, porque chicas, si había una cosa desagradable para los chicos era ser acosados.
Rice se había cabreado tanto con el tipo que le había tocado el trasero a mi mejor amiga, que cada vez que el tipejo nos pasaba por delante, él quería ir, y romperle la boca. No omitamos la parte en la que, una chica que iba muy borracha también le había derramado una bebida de un color extraño, y con un olor desagradable, encima. No lo negaría, me reí muchísimo con eso.
Jason se había pasado el festival de brazos cruzados porque el ruido no era algo que le gustase. Agreguémosle que sin querer había chocado con un tipo borracho y el mismo insistía en irse a los golpes con él. Cosa que cabreó a Jason porque realmente si quería romperle la cara, pero no pelearía con un tipo que no podía mantenerse en pie, además, la violencia no era algo que le gustara mucho. Sus palabras, no las mías.
Adela en todo el rato no dejó de quejarse por su blusa cara manchada, que tenía los pies todos pinchados por haberse quitado los converse por mí. Y qué le dolía hasta el alma luego de haber vomitado hasta las entrañas.
Y finalmente, yo. Una tipeja loca me había jalado de los pelos y me había llamado puta. Posiblemente por todo internet circulaba un video sobre la escena. Había perdido un zapato y me había pasado todo el rato caminando descalza mientras cosas que desconocía se me incrustaban en la piel. Y...me había tatuado, «FUCK», estado borracha.
Ni siquiera supe muy bien cómo logramos llegar al aeropuerto esa noche. Cómo nos subimos en un avión y como volamos de vuelta hasta Los Ángeles.
Parecía misión imposible cuando lo pensé en Nueva York. Pero lo habíamos logrado. ¿Cómo? No lo sabía.
Solo supe que cuando el avión aterrizó Jason se sumió en una llamada larga que parecía no acabar nunca, y cuando finalmente terminó, solo desapareció.
Que Owen miraba su teléfono muchísimas veces, como si estuviese esperando algo.
Y que mi mejor amiga se desmayó en pleno aeropuerto. Y me preocupé. De hecho, todos nos preocupamos porque ella solo se había desplomado en el suelo.
ESTÁS LEYENDO
Impulsos ©️✔️
Teen FictionImpulsivos #1. [Completa] Jason Rosarte se veía como el prototipo perfecto de chico misterioso y desinteresado. Ese que enganchaba a la primera, y aun cuando habían miles de razones para que no, a Alice Grace le gustaba. Le gustaba muchísimo. Jaso...