EL SOLDADO A LA DERECHA

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En un pueblo muy, muy pero muy lejano se encontraban los soldados más conocidos y respetados por todos, eran muy honrados y capaces en defender al pueblo y a sí mismos, su gran capacidad de intelecto, su destreza en el combate y la singular humildad que caracterizaba a la tropa. Pero, como en todo lugar si te pones a pensar, estaba la oveja negra en el grupo, un soldado que no era importante, uno que simplemente no encajaba y muchos se preguntan porque está ahí, no era bueno en combate, no era muy inteligente, ni mucho menos era popular entre las chicas, pero ¿Por qué era el favorito del líder?

A pesar de todo esto, si tenía algo que lo caracterizaba, era particularmente atractivo; Unos ojos cafés, profundos y misteriosos casi como el mismo mar marítimo, una sonrisa cálida como una noche frente a la fogata, esa piel dorada que te recuerda al oro más puro y esa personalidad amable y sumisa que te recuerda a la inocencia de un niño pequeño. Un militar tan frágil pero tan fuerte a la vez, guardándose sus pensamientos y dejándolos en lo más remoto de su mente.

La tropa se encontraba en entrenamiento, iban a ir a un campamento en un pueblo aliado y era necesario ponerse de acuerdo para no tener problemas durante su estadía.

-EN UNA FILA, ¡AHORA! –Ordeno el líder, el Sr. Palomino.

Todos los guerreros se organizaron en orden de importancia, en primer lugar estaba Holy, el segundo al mando, era un chico muy simpático y era conocido por su monstruosa fuerza, se decía por el pueblo que podía pelear con al menos cien hombres sin problema. Después estaba Elías, un hombre con el corazón más grande que el océano pacifico, con una humildad fuera de este mundo y con mucha sabiduría que transmitir a cualquiera que estuviera dispuesto. Se podía hablar maravillas de todos aquellos que conformaban la fila, al final se encontraba Izak, el soldado torpe.

Palomino tenía una particular amistad con Izak, le tenía mucho aprecio y sabía que era más que una persona despistada y sin aparente talento que aportar a la tropa, confiaba en el ciegamente.

-TODOS JUNTOS VAMOS, ¡VAMOS! –Grito palomino.

-¡AQUÍ SE ESFUERZA, AQUÍ SE GANA!

-Aquí se... logra ¡se gana! – Dijo casi para sí mismo Izak.

Era el lema del pueblo, aunque bueno, Izak no se lo sabía muy bien.

-Ahora todos, escuchen –Palomino se posiciono al frente de la fila y prosiguió-. Esta noche partiremos a Noche verde, al norte.

"Un extraño nombre para un pueblo, y me quejaba de Luciérnaga" Pensó Izak.

-Y esta vez haremos algo diferente y puede que no todos estén de acuerdo -La curiosidad creció entre la tropa-. Izak, por favor pasa en frente y sitúate a mi derecha.

-¿Eh, yo? –Dijo mientas se apuntaba así mismo con mucha sorpresa. Palomino solo se limito a sonreír y asentir con la cabeza-. Claro, Señor Palomino.

Izak comenzó a caminar en dirección al líder y se acomodó a su lado, pero todos comenzaron a reír ¿Qué les sucedía?

-Izak, a la derecha -Pronuncio entre dientes.

- No entiendo líder...

-¡Soldado a la derecha! -Grito repentinamente haciéndolo casi soltar un gritillo de sorpresa. Entonces comprendió que estaba del lado equivocado y se cambió rápidamente.

"Esa era la derecha, estoy seguro, estuve practicando toda la noche"

Izak no era bueno para cosas tan simples como saber cuál es la derecha y la izquierda, e incluso muchas veces se equivocaba al escribir los informes para los habitantes del pueblo, terminaba escribiendo que las espadas rosas habían salido en una fortuna y que próximamente se venderían tanques de guerra en la florería de Doña Lucia, un completo desastre.

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⏰ Última actualización: May 21, 2020 ⏰

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