Capítulo I: Introducción
1.1.1 Inicio genérico
Esperanza era una chica a la cual la vida no trataba mal ¿Qué la haría acreedora a tal honor al que fue asignada?
El día era soleado pero no mucho como para hacer gala de ello, nuestra protagonista había terminado el trabajo hace rato y ahora sólo rayaba en su cuaderno, además de periódicamente ver por la ventana como solía hacerlo, entonces un golpe a la puerta rompió la monotonía tradicional en esas horas. Era el lame botas de la directora quien sujetaba un papel el cual leyó tras pedirle permiso a la maestra de turno.
-Estos son los elegidos para ustedes ya saben qué.- Enunció con un tono neutro.
Ante los desvaríos y banalidades que eran de esperar, la maestra impuso orden, pero todo eso tenía sin cuidado a Esperanza quien pensó estarlo imaginando cuando escuchó su nombre.
-Ve a la dirección.- Le dijo la profesora sin mayor sobresalto.
Ella se levantó no con mucho ánimo mientras sus compañeros seguían en lo suyo, pues a pesar de ser un "honor" no era diferente de ganar los ridículos juegos olímpicos de matemáticas, por poner un ejemplo.
En la dirección le dieron a ella y a los otros elegidos la instrucción de dirigirse a la plaza cívica de aquella institución.
Ahí, treinta muchachos de doce a quince años esperaron algo así como veinte minutos hasta que la directora se dignó a hacer acto de presencia con su típico olor a cigarro y su aspecto agraciado. Miró despectivamente hacía los elegidos, luego susurró algo inaudible en el oído de la mujer que le acompañaba y se dirigió a ellos con firmeza militar como pretendiendo intimidarlos.
-Ok... Fueron elegidos y blah... blah.. blah..- Dijo desganada.
Entonces entre aquella manada una chica alzó la mano.
La directora otorgó la palabra desconcertada pues eso era poco usual.
-¿Puedo usar el uniforme rojo?- Preguntó con alegría.
-Sí ¡¿Cómo no?!.. - Le contestó con ironía y desdén.
Y mientras el sermón continuaba, un chico al cual le temblaban las rodillas llamó lo suficiente la atención de Esperanza como para tratar de tranquilizarlo.
-Tranquilo.- Dijo al sujetarle el brazo.
-No es así de fácil, en serio, yo no quería hacer esto.- Dijo nervioso. -¿Qué no te preocupa siquiera saber como fuimos elegidos?-
-Bueno... ahora qué lo dices, la verdad no.- Dijo sin dudarlo mucho.- Sólo sé que no me queda de otra más que hacerlo, tampoco es como si me fuese a morir.-
-Han muerto algunos.- Exclamó el chico.
-Sí pero son poquitos, casi siempre esas cosas son casi inofensivas.-
-¡¡Ustedes dos de ahí, guarden silencio!!- Les gritó la acompañante de la directora.
-Por cierto, me llamo Esperanza.- Susurró antes de acatar la orden.
-Yo soy Miyu.- Y luego se calló.
Tras darle una serie de instrucciones aburridas, el grupo fue movilizado donde una plaza similar a una cancha de fútbol ubicada en las cercanías de la escuela, misma a la que tenían terminantemente prohibido el acceso a los otros alumnos.
Ahí, un tipo con pinta seria gritó una serie de nombres. Y a quienes les pertenecieran estos, tuvieron que dar un paso adelante.
Una vez terminada la segregación, a este grupo se le entregó un papel con un número y fueron enviados de vuelta rumbo a la escuela de buenas a primeras.
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Temporada de telarañas
Science FictionEsperanza es una chica normal de secundaria que un día es seleccionada para "Tú ya sabes que" un oficio dentro de la escuela donde los elegidos tiene que defender las instalaciones de unas extrañas criaturas que aparecen de la nada y pueden tener cu...