Entrando en calor

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N/A: Confieso que este es el capítulo que más me divertí haciendo. Espero que les guste tanto como a mí.

(Y si es así no duden en votar e.e)

Andrea

He llegado de nuevo a la escuela junto con Dan a la hora en la que la señorita Henderson con mucho cariño nos amenazó a llegar. ¿Y con quién me encuentro? Con nadie. Típico de la generación 2016, premiados por su alto nivel de responsabilidad.

Si soy honesta, el único motivo por el cual vine temprano fue con la esperanza de poder maquillar algunas chicas. En verdad me fascina todo lo que tenga que ver con sombras, rubores y pintalabios, ¡es mi vida!

Pero bueno, no me queda otra que esperar que la gente llegue. Me senté en las bancas que están fuera del salón de la Srta. Henderson, porque si la saludaba me preguntaría por los demás y luego quizás me aventaría unas cuantas latas de pintura por mi respuesta. En fin…

A los diez o quizás quince minutos llegaron Paola con su siamesa Natalie muy pacíficamente.

 

Mariana

Ya tengo todo listo en el carro para partir a la escuela, pero mi mamá como siempre tratando de retrasarnos decidió HOY que era una chef y quiso hacer desayuno.

-Se supone estos son huevos revueltos y tortillas, pero lo que yo veo en el plato son dos clases distintas de carbón…-reí para mis adentros. Oh, qué divertida soy.

-¿Qué tal está la comida, cariño?-me dijo mientras sacaba el humo de la casa con un abanico.

Alcé una ceja y le sonreí de lado. -¿Es broma?-dije.

Mi madre se volteó y me miró divertida. –Por cortesía, podrías decir que al menos está buena-.

-Tú siempre me has dicho que debo ser una chica honesta-respondí con una mano en el pecho.

Mamá hizo un pucherito y luego ambas reímos divertidas. Luego de que ya no se veía tanto humo en la casa, ella se sentó conmigo en el desayunador a comer el festín…o más bien, tomar un poco de cappuccino.

Tomó un sorbo y luego se dirigió hacia mí -¿Cómo está Thiago?-

Me atraganté con el café. Luego de toser, respondí lo más seria que pude –Lo siento, me atraganté con un trozo de tortilla-.

-Pero tus tortillas están enteras-respondió mirando hacia los carboncitos en mi plato.

Luego de darme cuenta de esto también, sentí como poco a poco me sonrojaba.

 

Ashley

Mi mamá recién se estacionó y aún no veo señales de vida en esta escuela. Y eso que mamá quería venir una hora antes, ¡já! Nos bajamos y caminamos en silencio hacia el salón de mi adorada consejera –siente mi sarcasmo-.

El Diario de MarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora