Capítulo 5: Slice of cake

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Seokjin es un fanático de los amaneceres. Luces naranjas y estrellas escondiéndose, siendo lo que más ama. Muchos momentos de su vida fueron marcados en medio de esas horas. Desde besos furtivos después de una fiesta, hasta despedidas que dejaron marcas severas. Hubo algunas mejores que otras: más tristes o más sinceras. Amaneceres llenos de sentimientos en general.

Pero a medida que crecía, los amaneceres se transformaron en parte de su rutina.

Su primer empleo fue en el noticiero de las mañanas. Al inicio, no hacía nada más que dar breves anuncios y llevar papeles de un lado a otro. Pero, eventualmente, se convirtió en una cara importante. Dejó de ser el chico de las notas, para ser uno de los conductores principales —y en ocasiones, el chico del clima.

Entonces, las estrellas volviendo a su escondite, se transformaron en sus amigas más cercanas. Las que prácticamente, lo acompañaron durante su recorrido cada mañana.

Su día casi siempre inicia de la misma forma: claro, con ligeras variaciones. A veces en su cama, en otras en la de Yoongi. Rodeado por un pequeño y cálido cuerpo o únicamente acompañado por sus cobijas.

Y justo antes de que el sol salga, él se marcha. Y probablemente no lo admitiría en voz alta, pero esa parte es una de sus favoritas.

Luces naranjas y estrellas escondiéndose.

El sol despertando, y la luna yéndose a dormir.

Yoongi se despide con algún balbuceo inentendible, para luego envolverse por completo y seguir durmiendo. Lo típico.

El cielo está menos encapotado cuando llega a su trabajo, puede predecirlo, parece ser la promesa de un buen día. Y él es feliz. Incluso si luego el cielo decide llenarse de nubes grises.

La sala de espera antes de salir al aire, es caótica. Gente por aquí y allá, personal del staff asegurándose que las cosas estén en orden, algunas estilistas trabajan su cabello y maquillaje, solo lo necesario para afrontar con buena cara los reflectores.

El set está perfectamente acomodado, Seokjin observa de reojo a sus compañeros de trabajo, mientras toma un respiro profundo. Claramente él ama su trabajo, pero como cualquier cosa, implica ciertos detalles desagradables. Uno de los más grandes ante sus ojos, son los comentarios. La opinión dañina del público y de la gente de su entorno, claro.

Intenta lucir perfecto, dar una imagen ideal frente a las cámaras. Un chico gracioso, agradable y educado, pero con carácter. Seokjin tiene que ser de todo un poco, si lo que desea es permanecer en su lugar.

La estilista murmura un suave "Estás listo", alguien del staff le da ligeras palmaditas de ánimos, antes de acompañarlo y acomodar su micrófono en conjunto de todos sus accesorios.

Toma asiento en uno de los sofás de utilería, y práctica su sonrisa más bonita mientras afronta las cámaras. Su camisa azul le da un toque juvenil, acompañado por sus pantalones negros; resaltando su figura.

Él es una estrella. O quizás, un producto más del mercado. Pero aquello está bien, él está bien. Lastimosamente, esa es la forma en que se mueve el mundo

Alguien de producción da la señal de inicio, una de sus colegas se dirige con las palabras iniciales, y entonces llega su momento de brillar. Con una sonrisa abierta y pose perfecta, la cámara lo enfoca y, él muestra su mejor ángulo.

—¿Dónde está la cámara? —Su voz es dulce y encantadora, perfecta para la situación.

Empieza a señalar cámaras al azar, hasta apuntar finalmente a la indicada. Se pone de pie y simplemente lo hace. Su mano contra sus labios, para luego lanzar un beso.

Tastes just like home.    (ksj+myg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora