capitulo 8

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                                                                                            Cita

Alaska

Tenía que calmarme, mi pierna se movía de arriba abajo en notable nerviosismo y las ganas de llorar eran monumentales, mi mamá me miraba cada minuto, y yo trataba de sonreír aunque lo más seguro es que tuviera una mueca parecida al payaso de It.

Estábamos cenando los tres juntos en el comedor, habían llegado exactamente diez minutos después de encontrar las fotos, cuando mi mamá me llamó solo pude tomarlas rápidamente y esconderlas, corrí al cuarto de baño, lave mi rostro y aunque tenía un poco los ojos rojos los deje así. La excusa que me inventé por mi estado fue ridícula aunque no tocaron más el tema. Les dije que estaba viendo una película muy triste de esas donde la chica está enferma, hace una fundación y se muere. Si era triste bastante mi justificación e imaginación.

- Hija mañana después de clases es la cita con Jan - trataba de comer todo lo que pudiera, pero el cansancio, el miedo y la adrenalina no me dejaban comer ni saber lo que mis padres hablaban. Escuché la voz de mi mamá y no fue hasta que me lo preguntó por segunda vez que contesté

- Si mamá - dije automáticamente.

- El té estará esperando en el centro comercial, deberían ir al cine o al parque de diversiones. También así haces más amigos que no tienes tantos – Eso mismo era otra cosa que ella siempre me recordaba. Insinuaba que yo estaba deprimida.

- Si hija sabemos que ya pasaron dos años, queremos que avances y tengas una buena vida además entendemos - lo interrumpí y juro que no fue mi intención decir lo que dije o herirlos pero con las fotos en mi mente proyectándose una y otra vez y sabiendo que alguien conocía mi pasado me volví una bomba, era cuestión de segundos desde que empezaron a hablar para que estallará.

- ¿Realmente entienden lo que yo pasé, lo que siento? Están muy equivocados, no saben absolutamente nada estuve un mes metida en una cabaña en medio de la nada con frío y con diferentes hombres que abusaban de mí, solo porque mis "padres biológicos" necesitaban dinero con que pagar la cochinada que se metían por la nariz y para colmo mataron a Owen POR MI CULPA! Así que no me digan que lo entienden. ¡Sí! me han apoyado, ¡sí! estuve miles de veces en terapia luego del juicio y hasta nos mudamos, pero sigo intentando no ahogarme en esta piscina llena de basura donde nado día a día; solo necesito que estén aquí apoyándome pero no pueden ni podrán saber ni entender por lo que pasé. - caí sobre la silla en medio de sollozos y lágrimas empapando mis mejillas. Hacía años que no hablábamos de eso, de lo que ocurrió...

Sentí la mano de mi padre a un lado de la mesa justo cubriendo la mía desde el lado derecho, sosteniéndola de manera firme, fuerte y segura , en cambio por el lado izquierdo sentí la mano de mamá de manera dulce, tierna y suave, deslizando pequeños círculos de manera continua. Trataba de parar de llorar pero no podía. En un instante no llevaba yo las riendas.

- hija nunca entenderemos lo que sufriste y lo que todavía sientes, perdónanos por hacerte creer que si pero te amamos y eres todo lo que nos importa. No sabes cuánto tu madre y yo quisiéramos borrar y destruir todo lo que pasaste y volver el tiempo atrás; pero no se puede mi niña ahora solo queda sanar. Creo que debes aprender a perdonarte a ti misma y no culparte. Owen decidió ir a buscarte, él sabía el riesgo y nosotros, los policías y su familia se lo dijimos miles de veces pero ya ves el amor nos hace ciegos e impulsivos; él tomó la decisión de ir, sonare muy duro mi amor pero Owen afrontó las consecuencias de sus actos, escucha mi niña - mi padre tomó mi barbilla alzándola para mirarlo directo a los ojos mientras mamá trazaba círculos una y otra vez - fue su decisión, no la tuya Ala, no es tu culpa que él haya muerto, la culpa la tiene el hombre que lo mató y él ya está cobrando su delito. Así que no dejes que ese pensamiento te atormente y te persiga; recuerda que la mejor cura para el dolor es la sanación y el amor y nosotros te amamos más que a nadie en este mundo.

Las Mentiras Que Callas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora