Undercover || H. S.

Cap 12

Que debía responder a eso, un simple si no estaría mal. Tal vez había llegado al departamento y había visto la camisa tirada, pero las probabilidades eran muy pocas, así que preferí no divulgar mis asuntos personales. Tenía que haber una manera de no caer en su trampa y debía buscarla. Me quede callada unos cuantos segundos en lo que mis palabras venían a la boca.

-¿De qué hablas?- me hice la desentendida.

-De esto- giro su celular hacia mí.

Estaba la foto de nosotros que había visto en el baño, esta mañana y ahora, le acompañaba otra. Estábamos agarrados de la mano saliendo del departamento de Elizabeth. Demonios. No paso por mi mente ese suceso. Entre cerré los ojos para hacer como si no pudiera ver bien la foto para ganar tiempo y poder inventar una historia.

-Dímelo ahora- reclamo

-Ok-solté todo el aire de mis pulmones y empecé –¿Recuerdas a Edward?- sus ojos se abrieron como platos y su boca fue directo a su boca.

-Cállate ahora mismo- solté una risa por su expresión –No necesito más detalles, Edward es igual a Harry. Estabas con él en el departamento y paso contigo la noche. Ya, por favor, luego me das los detalles pero en este momento, necesito resolver aún mas que es lo que te vas a poner. Ahora que eres la novia de una estrella, tendrás mas auge en la fiesta de mañana- Esta persona estaba totalmente loca. A veces pensaba como llegue a ser su mejor amiga si estaba en otro mundo totalmente despegado del mío. Su hiperactividad me mata pero la amaba.

Checamos demasiados vestidos y al final escogimos uno negro con beige de encaje, se me veía muy ajustado al cuerpo, pero no tenía ningún problema con eso. Pensamos que mi pelo se vería mejor suelto así que ya teníamos todo planeado para mañana. Me había encantado aquel vestido, solo pensaba en que Harry no lo podría ver y me habría encantado de que lo hiciera.

Maneja hasta el departamento siguiendo a Elizabeth. Le habían dado el día libre por lo de mañana y quedaríamos en pedir pizza para comer y estar juntas. Cheque mi celular y no tenía absolutamente nada de mi novio. Tal vez estaba muy ocupado con la banda y pues no quería interrumpir.

Se nos pasaron las horas platicando de mil cosas, entre ellas, de cómo cambio Edward de nombre tan rápido y se cubrió de fama en un segundo. No quise entrar en detalles de anoche, no tenía por qué saberlo, solo pude decir que se quedó aquí y ya. Comimos tranquilamente y mi novio aun no aparecía en mi celular ni en la puerta del departamento. Decidí que ya era hora de irme a dormir, después de ver a Elizabeth perdidamente dormida en el mueble de la sala. Tome mi celular y le mande un mensaje. Solamente quería que supiera que estaba al tanto de él, no importaba si él no tenía tiempo, yo si estaría ahí.

Te amo. Buenas noches, descansa.

No hubo respuesta alguna y sentía que mi corazón se quebraba poco a poco.

Nos habíamos levantado muy temprano para arreglarnos y hacer todo lo que se debía para estar como muñecas a la hora del evento. En mi celular no había respuesta ni llamadas de Harry. Al parecer no lo vería ni sabría de él. No quería ni buscar en internet para no encontrarme con cosas que no podría sobre llevar. No quería mal entender lo que me encontraría ahí, así que decidí esperar hasta que el estuviera listo para decirme que demonios había pasado.

Una limosina paso por nosotras y a las ocho de la noche nosotras ya estábamos esperando para bajar y caminar por la alfombra hasta llegar al evento. Elizabeth me había platicado que habría personas demasiado bien posicionadas, que algunos artistas llegarían ahí, pero que no sabía bien quienes serian. Dijo que me presentaría al hijo de su jefe directo, el próximo en hacerse cargo de la compañía. Al parecer ellos traían algo entre manos y no era solo sobre trabajo, lo podía deducirlo por la forma en que sus ojos le brillaban al hablarme de él.

-Llegamos- Dijo juntando sus manos emocionada. –Vamos- y abrieron su puerta en ese instante.

Tenía nervios, no lo podía negar. No había estado en alguno de estos eventos antes. Mi padre si los tenía y los organizaba pero siempre me mantuve alejada de todo esto y ahora, mi vida dio un giro de 360 grados.

Caminábamos junto a uno de los organizadores del evento y nos decía que hacer y en donde ponernos. No estaba tan desacuerdo con que me tomaran fotos así que me pare con Eli y dedique una sonrisa a los fotógrafos frente a nosotras. Debía decir que nos veíamos muy bien y me sentía muy orgullosa de eso.

Pasamos al recinto y había mínimo unas cien personas, sabíamos que llegarían más pero se veía abarrotado aquel lugar. Nos acercamos a un chico de pelo negro, muy alto y unos ojos azules hermosos. Elizabeth lo tomo del brazo y lo giro para que lo pudiéramos saludar.

-Ian, te presento a Elisa- extendió su mano y se acercó para darme un beso en la mejilla.

-Mucho gusto- dije al momento de alejarme lentamente.

-El gusto es mío- su voz era muy grave y mire por un segundo a Elizabeth, ella sabía lo que quería decir con esa mirada, simplemente era un “esta guapísimo” a lo que ella solo se dedicó a asentir y sonreír.

Había una barra cerca y pensé que no era mala idea llevar mi trasero hasta un taburete en lo que Elizabeth coqueteaba con aquel chico. Que irónico era, tenía novio y me encontraba sola pidiéndole al barman un Martini. El chico me lo entrego, no sin antes guiñarme un ojo. Una risa se me salió de la garganta y le sonreí sin más. Me estaba cayendo bien aquel muchacho, no era nada mal parecido.

-Hola guapa- una voz que desconocía se hizo presente cerca de mi cuello.

Gire lentamente para ver quien se había atrevido a hacer eso. Me encontré con un chico de tez blanca y pelo rubio frente a mí. Al parecer no sabía quién era, aunque obviamente yo si. Esperaba toda mi vida para conocerlo, nunca pensé que lo conocería de este modo. Sus ojos azules se veían tan lindos en persona.  Solo sonreí y lo mire fijamente.

-Eres hermosa y estas sola aquí- pensaba en lo que diría mi novio al escucharlo y solo sonreí de nuevo. –Te hare compañía- sin permiso ya estaba junto a mi alzando su mano frente a nosotros. –Niall- se aclaró la garganta y tome su mano. –Niall Horan-  finalizo.