31 de diciembre, 2019
Epílogo.
Nunca sentí en su totalidad lo que era un corazón roto.
Lo que sucedió con Ayden, no era nada comparado con el dolor que experimenté cuando me enteré que Jason no me quería. Que me había usado, y que yo solo fui una chica parecida a su novia que él necesitó para no sentirse tan miserable. Pero lo era. Y que haya buscado, entre tantas chicas una con el mismo patrón que Madeleine solo lo confirmaba.
No era normal, y no estaba segura si lo que él sentía por ella era amor. No lograba entender cómo te obsesionabas tanto con una persona como para buscar entre un montón de chicas alguien con sus mismas características físicas.
No lo entendía.
Quizá fue mi culpa. Que él me haya usado de esa forma quizá fue mi culpa. Lo había mencionado antes, y fue solo un pensamiento, pero en aquel momento si creí que la vida me había dicho de todas las formas posibles que Jason no era para mí, y yo no le había hecho caso. Solo había ignorado todas las señales visibles ante mis ojos porque yo si lo quería. Yo si me enamoré de Jason.
Yo si deseé tener algo más que sexo con él.
Y era patética, ¿no? Debí suponer lo que pasaría. Debí predecir mi futuro: terminaría con el corazón roto.
«No me rompas el corazón, Jason. Por favor», y él sí lo había hecho. Si había roto mi corazón de una manera tan denigrante, tan dolorosa.
Me había usado. Y lo que creí podría convertirse en algo bueno, terminó convirtiéndose en uno de los acontecimientos más dolorosos de mi vida.
Devolví el tiempo atrás y de nuevo me vi en esa sala de hospital. De nuevo repetí la dolorosa escena de ver a Jason, el chico que yo quería, besando a la chica que él amaba, porque ella había despertado, porque de nuevo, él la tenía.
Yo lo amaba a él, pero Jason amaba a Madeleine. Y eso era tan doloroso.
Desde ese día, me había quedado en una especie de trance. No lograba procesar cada una de las cosas que habían pasado en pocas horas, y como habíamos terminado Jason y yo. Como la historia que nunca comenzó terminó en una sala de hospital.
Como terminé destrozada, humillada y llena de agujeros que no se podían cerrar, por culpa de él. O quizá sólo fue culpa mía y necesitaba dejar caer la culpa que me pertenecía solo a mí, en alguien más. La culpa pesaba menos cuando era compartida, ¿no?
No debí quererlo. No debí hacer todo lo que hice solo por tener su atención. No debí enamorarme como lo hice. No debí dejarme llevar por mis impulsos.
Si yo hubiese sido inteligente, como Ayden me había dicho, no estuviese sentada en una acera, mientras llovía, con una botella de whisky entre las manos. Sí, de whisky porque me recordaba a él, y entonces me dolía más.
Así debía ser.
Me veía patética, lo sabía. El agua seguía cayendo sobre mi cuerpo, y ya ni siquiera me afectaba. Ya no me preocupaba enfermarme luego, ya no me importaba nada en verdad.
Yo solo quería sacarme del pecho la sensación de dolor tan fuerte que sentía. La sensación de que la persona que yo quería me había usado. Que solo fui una distracción y que nunca fui importante.
Yo solo fui Alice Grace. La chica fácil que se enrolló con él porque lo quería. La que nunca le pidió una explicación y la que dejó que él me usara cuantas veces le diera la gana.
No me importaba mucho la opinión de la gente que cruzaba por allí. Tenía el corazón roto, y debían respetar eso. Debían entender, que una chica que fue dañada por las personas que más quiso incontables veces. La que se entregó a alguien cuando ya no confiaba en la gente, había salido lastimaba.
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Impulsos ©️✔️
Novela JuvenilImpulsivos #1. [Completa] Jason Rosarte se veía como el prototipo perfecto de chico misterioso y desinteresado. Ese que enganchaba a la primera, y aun cuando habían miles de razones para que no, a Alice Grace le gustaba. Le gustaba muchísimo. Jaso...