Paola
Acababa de aburrirme durante dos horas consecutivas en una clase de historia, y ahora me dirigía hacia la cafetería, arrastrando los pies y con expresión cansada. La verdad era que no había dormido bien la noche anterior y, aunque no se notaba por el maquillaje sutil, cargaba ojeras.
El pasillo estaba lleno de personas que conversaban y se reían en voz alta, formando ese bullicio molesto al que ya estaba más que acostumbrada. Mientras caminaba, iba cruzándome con caras conocidas a las que saludaba levantando un poco la mano, y sonriendo entre dientes.
Me sobresalté al sentir como un brazo se enroscaba por encima de mis hombros, pero enseguida giré mi cabeza hacia el costado.
-¿Cómo te fue en el examen?- le pregunté a mi mejor amiga, mientras ella caminaba a mi lado. Si algo tenía Cara, era que siempre fue un desastre para matemáticas, y si algo tenía yo, era facilidad para cualquier materia relacionada a números y ecuaciones. Por lo tanto, cada vez que ella tenía alguna prueba de matemáticas nos reuníamos en mi casa y la ayudaba a estudiar, aunque esta vez no había sido así. Hacía un par de semanas que Cara había comenzado a salir con un chico de último año, y este se había ofrecido a ayudarla con la prueba. Sin embargo, por la cara que tenía la rubia, no parecía haber sido una buena idea.
-Fatal- se limitó a decir- lo siento, pero tus descansos de ser mi profesora particular se terminaron, te necesitaré para el próximo- dijo, y agregó rápidamente- y mucho. ¿Crees que queden galletas de avena en la cafetería?
-Supongo que sí- me encogí de hombros- son asquerosas.
Al llegar al gran espacio repleto de mesas y de adolescentes comiendo, sentí el olor a comida chatarra enseguida. Recorrí el lugar con la mirada, buscando a mis demás amigos.
-Allí están- me señaló Cara con la cabeza- pero primero tomemos algo para comer, que me muero de hambre.
Luego de hacer la tediosa fila nos sentamos en la espaciosa mesa, donde Scott y Lucas se encontraban charlando animadamente sobre un partido de basketball, Cara con su sandwich de pavo y un jugo de pera, y yo con un agua y una manzana.
Tanto Scott como Lucas sonrieron al vernos llegar, pero inmediatamente bajaron la vista hacia mi bandeja, frunciendo el ceño.
-Paola, ¿solo una manzana? ¿en serio?- exclamó Scott, elevando la mirada hasta encontrarse con la mía- ayer con un yogurt frutal, y hoy con una manzana. ¿Qué piensas agarrarte mañana? ¿Una aceituna?
Rodee los ojos, tomando un sorbo de mi botella.
-Ya le dije, pero no hace caso- respondió Cara, mientras recogía su abundante cabello rubio en una coleta- de todas formas, es la fiesta de Vanessa esta noche y nos aprontaremos en mi casa, y la voy a obligar a comerse un plato entero antes de ir- me señaló- que sé que te gusta cómo cocina mi madre.
-Sobre eso- me apresuré a decir mientras mordía mi manzana, masticándola con lentitud- no estoy muy segura de poder ir. Mis padres quieren que los acompañe a la casa de Anna a cenar, y no creo poder zafar esta vez.
-¿Qué Anna?- preguntó Lucas, con curiosidad. Le di un pequeño golpe por debajo de la mesa, mirándolo con incredulidad.
Tanto a Lucas como a Scott los conozco desde que tengo memoria, ya que éramos vecinos desde pequeños y solíamos jugar juntos todo el tiempo. Siempre fuimos muy unidos, y cuando comenzamos el instituto y conocí a Cara, automáticamente comenzó a ser parte de nuestro pequeño grupo.
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Es suficiente; Jungkook
FanfictionDespués de conocerse en una cena con sus padres y de descubrir que van al mismo instituto, Paola accede a enseñarle español al atractivo, tímido y reservado Jungkook, que ya bastante problemas tenía perfeccionando su inglés al tener que mudarse con...