CAPÍTULO 3

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Capítulo 3: El viaje.

No pasaron muchos segundos en cuanto Hermione sintió un clima diferente al que se encontraban segundos atrás, un brisa helada le recorrió el cuerpo entero.

Tenía frío y temblaba.

Abrió los ojos y frente a ella pudo ver a Harry en el mismo estado que ella, sea donde sea que estuvieran el clima era muy frío y no estaban preparados para ello. Ambos no llevaban más que un ligero suéter para protegerse del frío. Sumándole a todo esto, ambos se sentían terriblemente cansados, Hermione pudo suponer que el viaje que hicieron les quitó mucha energía y muy apenas podían estar de pie sin marearse.

—Hermione—susurró Harry temblando de frío—¿dónde estamos?.

La pregunta clave apareció. ¿Dónde estaban?, ¿qué año era?.

La castaña recorrió con la mirada el lugar, en su momento, a lo lejos, pudo identificar un descuidado letrero con el dibujo de la cabeza de un puerco cortada y sangrando, estaban en Hogsmeade, no muy lejos de Hogwarts, al ver el lugar vacío supuso que tal vez no se toparían con alumnos en el camino, eso le aliviaba.

—Harry, creo que estamos en Hogsmeade—habló en voz baja—reconozco la tienda de allá, es Cabeza de puerco—señaló.

Harry dirigió su mirada al lugar que Hermione apuntaba discretamente.

Y en efecto, la castaña tenía razón, el letrero a pesar de los años que hubieran pasado, este parecía seguir igual.

—Harry Harry—le habló una emocionada Hermione—si ese lugar existe significa que Aberforth Dumbledore también.

Harry la volteó a ver confundido.

—¿Qué?

—¡Piensa Harry, los pasadizos que nos podrían llevar a Hogwarts sin llamar la atención!—grito de manera que solo la escuchara él—al ver la mirada de Harry añadió—el pasadizo en el retrato de Ariana Dumbledore que nos deja en la sala de menesteres, Harry—terminó la oración lanzándole una mirada fulminante.

Entendía que ambos se encontraban con las energías por el suelo pero no era momento de perder la cabeza.

—Vaya Hermione, tienes razón, eres brillante—le respondió emocionado.

—¿Cómo entraremos a ese lugar sin parecer sospechosos?—Harry habló—en realidad, ¿cómo iremos al retrato de Ariana Dumbledore?, si bien recuerdo el retrato se encuentra en el segundo piso de la taberna—añadió.

A Hermione le avergüenza decir que no había pensado en eso.

—Yo...no había pensado en eso—respondió en voz muy baja avergonzada.

—Crees...crees que si hablamos con él, ¿nos crea?—le preguntó Harry a la castaña que parecía perdida en sus pensamientos.

Hermione negó.

—No sé si la carta sea suficiente para alguien como él, creo que fue una persona algo desconfianda en sus tiempos. Lo mejor sería intentar llegar al lugar sin ser vistos. Vamos.

Hermione tomó del brazo a Harry, arrastrándolo hacia donde se encontraba la taberna que posiblemente sería su entrada a Hogwarts.

Ambos se encaminaron al lugar con los nervios de punta, no sabían que podía pasar estando ahí.

—Espera, Harry—Hermione lo detuvo antes de entrar al lugar.

—¿Qué ocurre, mione?—preguntó un muy desesperado Harry.

Pues estar dentro de un lugar caliente es lo que más quería.

—Creo que lo mejor sería utilizar algo para cubrirnos antes de entrar al lugar,

Hermione Granger, la merodeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora