el pilar.

29 2 2
                                    

es la primera vez algo, espero agradarles. ♡

⠀  el pilar. ヾ(˛˛˛・︿・˛˛˛)ノ゙
         ◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡
                     —cxxxg.633

Habías llegado a casa de una amiga, la cual te había invitado junto a otras dos, las cuales desconocías. La puerta estaba entreabierta pero no entraste, observaste y, desde aquel punto de vista, la viste, viste a tú amiga que levantaba su brazo en dirección a su frente, señalando algo que no se llega a ver.

—Tal vez una de sus otras amigas— Supusiste en un susurro para que no te escuchara. Ella empezó a reír, burlescamente.

—Eres horrible.

Canturreaba, mirando sólo a ese lugar con sus ojos destellantes en un brillo de tristeza y decepción. ¿Por qué será?

—No sirves para nada, ni siguiera puedes- No, directamente, no sirves siquiera para limpiar tú habitación.

Recalcó, bajando su brazo, dejándolo a su costado, sin despegar su mirada de ese lugar, frunciendo su ceño.

—No puedes aprobar, no puedes ser lista ni habilidosa, no puedes ser importante, ¿Sabés lo que sí eres? Oh, ¿Lo sabés?— Despreció, haciendo una corta pausa; un efecto de dramatismo, se podría decir. —Tienes razón, no eres nadie... Absolutamente: Nadie. ¿Te lo explico con gráficos? Porque no parece que me hayas entendido— Su respiración se había vuelto, medianamente, entrecortada.

—¿Qué le sucede?— Te preguntaste mentalmente —¿Por qué es tan cruel con esa persona?

—Lo sigues intentado; lo intentas, lo intentas y lo vuelves a intentar, ¿Qué consigues con ello? Claro, nada. ¿Por qué no te rindes ya? Eres una fracasada, una inútil. No lo lograrás jamás.

—¿A quién le estaba diciendo todo eso?¿Quién se cree que es?— Pensaste con desprecio —Puede que se lleve bien con todos, puede hacer reír a los demás siendo graciosa y amable, pero que sea la persona más agradable de la cuidad, inclusive del mundo, no le da derecho a tratar a alguien así— Frunciste el ceño y la seguiste mirando.

—Crees... ¿Crees que por ser buena persona te van a considerar hermosa? Já, te equivocas.

Miró hacia su costado, donde había una pared, respirando profundamente antes de seguir, volviendo su vista al frente.

—¿No te has visto? Eres gorda; tienes bultos por doquier, tus brazos tienen demasiada grasa, tienes tus mejillas a tal nivel que parece que van a explotar. No tienes nada que resalte; tu pelo es simple y parece descuidado, tú nariz está caída, tus labios son demasiado finos, siquiera ¿Existen? Bah, ¿Cómo no van a existir? No te callas nunca, eres molesta, insoportable.

Destacó la última palabra en un tono un poco más alto. Aún no se percataba de la otra presencia que se encontraba detrás de la puerta.

—Eres, simplemente, basura... ¿Crees que tus supuestos amigos te quieren?¿Que te aceptan?¿Que te quieren cerca?¿Que en realidad te soportan siendo como eres?

—¿Mh?¿Qué le ocurre?— Murmuró algo asqueada, ¿Esa era su amiga?

La misma siguió con su hablar. —Ellos te deben despreciar, te deben odiar... No eres digna de su amistad. No merecen tener a alguien así de despreciable a su lado... Se merecen a alguien mucho mejor que tú...— Su voz tembló.

Una de sus cejas se elevó, colocando una expresión de confusión —¿Qué está pasando?¿Por qué ella- — Su repentino sollozo, te interrumpió.

—Mirate... Eres un total fracaso... Temes morir pero odias estar viva, ¿Cómo es eso posible?

Bajó su cabeza y se pudo apreciar cómo un mar de lágrimas se deslizaban por sus mejillas, a pesar de que su flequillo tapaba medianamente sus ojos.

—No sirves para nada...— Sollozó, concluyendo con sus palabras, llevando su brazo a su rostro para limpiar sus lágrimas, sabía que sus amigas llegarían en cualquier momento.

En ese momento, decidiste entrar. Le miraste con una expresión entre confundida y enojada mientras que ella te miraba sorprendida y asustada.

—¿Me vio?¿Me escuchó?¿Desde cuando está ahí?— Ella pensó.

Tú te dedicaste a mirar lo que había frente a ella...

—¿Un espejo...?— Te preguntaste en un susurro y la contraria supo que lo había oído todo.

Tú enojo y confusión desaparecieron de un segundo a otro. La miraste con lágrimas crecientes en tus propios ojos y corriste hacia ella, rodeándola en un fuerte y consolador abrazo, siendo recibida por la contraria, la cual empezó a sollozar sin parar en su hombro.

En ese momento pudiste comprenderla. Ella siempre sonreía, reía y hacía que los demás lo hicieran pero jamás había dicho lo que sentía, siempre evitaba hablar de sentimientos, siempre tenía alguna excusa. ¿Por qué lo hacía? Ahora entendía aquello; no quería volverse una carga, ella quería que no se preocuparan, no quería que la abandonen por ser escandalosa, por "Un tema del que no valía la pena hablar". No quería que la miraran con pena o lástima, querían que todos la vieran como alguien feliz, sin preocupaciones, sin complicaciones.

Ella quería ser el pilar de todos, aquella persona en la que confiaran y con la que se desahogarían, aquella a la que podían pedir ayuda en cualquier momento. Aquél pilar que estaba dispuesto a darlo todo para hacer felices a los demás, a pesar de que ella nunca sintiera aquella felicidad.
◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡◡

The First Book.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora