Disclaimer: No soy rubia ni millonaria, así que estos personajes no me pertenecen en lo más mínimo, sólo el cariño que les tengo es mío.
Este fic participa en la dinámica de escritura hecha por Cristy1994. Sinceramente no sé si cumplo con los requisitos, pues los doblegué un poco, se suponía que era una canción por fic, pero no pude hacerlo, así que coloqué cinco canciones en esta historia. En fin, espero que nadie se moleste y puedan disfrutarlo.
____________________________________________________________
Amor en cinco canciones
____________________________________________________________
Lover
I take this magnetic force-of-a-man
To be my lover
____________________________________________________________
Las cosas habían terminado. No mal, no bien. Simplemente como si nunca hubieran pasado. No éramos amigos, tampoco enemigos ya. No fuimos enamorados, no fuimos amantes, ni mucho menos pareja. Fuimos un punto terriblemente intermedio. Porque jamás fuimos capaz de ponerle nombre, ni siquiera sabíamos cuál era el inicio y tampoco supimos cuál fue el final. Hubo final, eso estaba claro, pero cuándo sucedió, jamás podríamos saberlo tampoco.
Yo no estaba ahí por gusto, todo se había desatado en el principio del final. Ni siquiera sabía dónde estaba cuando Draco, Theo, Blaise, me tenían ahí, acostada en una cama, rodeándome. Desperté con la cabeza adolorida, con los ojos pesados y un amargo sabor en la boca, producto de haber estado demasiadas horas en la inconciencia. Los miré sin entender, pero teniendo claro que algo habían hecho, pero el dolor de cabeza era tan fuerte que ni siquiera tenía ganas de discutirle.
Giré el rostro sintiendo el cuerpo pesado y la idea de tomar otra siesta se hizo realmente tentadora, pero mis ojos se abrieron más cuando miré el otro cuerpo acostado en la cama de al lado. Hice un mal y rápido movimiento, pues giré tan rápido sobre la cama, dispuesta a bajarme de ella y mis piernas fallaron apenas mis pies tocaron el frío suelo. Siseé molesta, pero aun así permití que me tomaran de los brazos y me ayudaran a llegar al borde de la otra cama, sentándome con cuidado en ella para tomar aquella delgada mano, viendo el rostro pálido y casi cenicienta de la chica, la única chica por la cual yo daría mi vida, aquella que parecía apenas respirar y tenía los brazos llenos de cortes apenas sanando.
—¿Qué pasó? —pregunté en voz baja, sin girar la cara.
—Atacaron su casa, mataron a sus padres y la Orden la trajo aquí —contestó Theo de modo casi inmutable.
Asentí y apreté más los dedos de su mano, acariciando el dorso y cuidando que nada perturbara su aparente sueño. Escuché atentamente la voz de Theo, explicándome con más detalle aquel ataque y los que habían hecho para salvarle la vida. Escuché muchas más veces aquella palabra que no hacía más que eco en mi cabeza hasta que tomó forma. Orden, Orden, Orden, ¿qué maldito Orden? Y si era la que estaba pensando, era suficiente para sentir como poco a poco mi energía se estabilizaba como para pelear.
—¿Qué hiciste, Draco? —pregunté después de un prolongado silencio, girando el rostro lentamente para ver al chico rubio que cruzado de piernas descansaba sobre un sofá cerca de una venta que mostraba ya los rayos de un atardecer.
Lo último que recordaba era una sólida noche dentro de los confines de mi oscura casa, después de ser rechazada de la cena con mis padres luego de una discusión con mi madre que mi padre terminó mandándome a mi habitación hasta que recapacitara sobre mi horrible comportamiento y falta de obediencia. Como si una noche encerrada en mi habitación pudiera hacerme aceptar aquel matrimonio con ese hijo de mortífago que seguramente me doblaba la edad y lo único bueno que tenía, a ojos de mis padres, claro, era su inmensa y asquerosa fortuna. Pero eso había sucedido antes que apareciera la bandeja con mi cena sobre mi escritorio, así que era fácil deducir que había dormido por casi un día.
ESTÁS LEYENDO
Amor en cinco canciones | Hansy
RomancePansy tiene una historia de amor sin inicio y sin final, tan confuso que parece comerle el alma. Ella sólo desea una historia de amor, una de verdad, que teniendo inicio no encuentre un final. ¿Harry podrá darle lo que desea?- Ligero Dramione