Ojalá nadie lea esto, ojalá todos mis queridos lectores hayan superado este tema.
Yo no puedo. Nunca podré.
A D.
Te quiero contar que desde que nací he vivido con esto, no bromeo. Tener un trastorno no es fácil, no es genial. Después de mucho tiempo, de muchas reflexiones y visitas a especialistas, me he dado cuenta de lo mal que estaba... Pero simplemente no podía comer. Todavía me niego a comer, no soporto la idea de mi cuerpo "sano". Para mí es asqueroso, obeso.
Tuve tantos bajones, días en los que no era capaz de abandonar la cama. Estaba muerta.
Hasta que llegaste, me salvaste de mí misma por un tiempo. Pensé que me entenderías, que me apoyarías, pero lo único que haces es decirme que necesito engordar, que viviremos juntos y que seremos felices engordando. Suena gracioso, lo sé. Sé que no tienes problemas con ello, que te vas a orinar de risa. Pero para mí es algo serio. Qué impotencia siento cuando te ríes porque de la nada mi semblante cambia, sabes que estoy por llorar y me preguntas qué tengo, te respondo que me siento fea, que estoy gorda y no te importa. Piensas que riéndote yo también me reiré y me daré cuenta de lo tonta que parezco, ¿no?¿De verdad no te das cuenta de lo mal que me haces sentir? Te lo he dicho muchas veces, tú solo me ignoras y piensas que diciéndome exagerada vas a arreglar algo. Me siento estúpida, me siento asqueada. Lo peor es que soy capaz de hacer todo por ti solo por verte feliz, porque te amo, te amo muchísimo. Pero al complacerte sé que jamás podría verme al espejo otra vez, sé que lloraría todo el tiempo, sé que trataría de acabar con mi vida a cada segundo, sé que no podría permitir que me vieras desnuda. Quiero decirte que no, que no quiero. Que no me ayudas, te quiero decir que me dejes y hagas tu vida con alguien más porque no quiero vivir con más ataduras, no quiero seguir haciendo cosas que detesto. Suficiente tuve con mis padres, suficiente. Pero estás tú con tu sonrisa tierna, con tus abrazos cálidos y tu mirada dulce, refleja amor sincero. Y no puedo dejarte.