La puerta se abre y Carla se ha puesto una camisa de lunares, con un escote muy pronunciado, unos pantalones negros muy ceñidos y unas sandalias de tacón. Me quedado embobada mirando la.
-¿Te gusta? -Me encantas..-
Hoy toca cena con amigos. Carla hizo un invento tecnológico de los suyos, y así podemos verlos a todos en la tele. Nos sentamos en la mesa, con la cena servida mientras nos veíamos las caras con algunos de nuestros amigos más íntimos. Los que saben de nuestro embarazo.
-¡Enseñanos la barriga! -Decían casi todos a la vez-.
Me puse de pie. Me baje un poco los leggings para dejar toda la barriga fuera y me levanté la camisa.
-¡Ya se nota! ¡Ay que ilusión! ¡Que bien te está sentando! ¡Estás preciosa!
Eran algunas de las respuestas. Carla me besó la barriga, me puse bien la ropa y me senté a cenar. Mientras cenábamos, algunos de nuestros amigos alzaron la copa para brindar. Levanté mi copa de agua y brindé con Carla. Le dí un beso y pude saborear el vino de sus labios.
-mm, vino.. -Le dije volviendo la a besar-. -Luego me bebo otra copa, y te doy más..-Contestó guiñando me el ojo-.
-¡Acordaros que estamos aquí! -Decía Pablo-.
Nos reímos y pasamos una noche diferente. De las pocas cosas que podemos hacer durante esta cuarentena.
Carla lleva todo el día al teléfono. Incluso ha comido haciendo video llamada con sus amigos. Así que he salido al jardín a estirar las piernas y que me de el aire en la cara. Mientras hago estiramientos pienso en nosotras. En lo bien que estamos.. Y eso por una parte me aterra. Estamos esperando un bebé y nuestras vidas acaban de pegar un giro inesperado, por no hablar del momento en el que la prensa se entere del embarazo. Estoy sufriendo por todo lo que se van a inventar.. ¿Cómo lo resolvemos? ¿que pasará con la gira de ella? ¿Que será de mi trabajo? No dejo de darle vueltas al asunto. Sé que a ella le da igual, y a mi en parte también. Pero.. ¿Estaremos completamente expuestas a los medios? ¿Nos acosaran por conseguir la mejor foto? Mientras camino al rededor de casa le doy bastantes vueltas. Cansada de tanto andar, me tumbo a la sombra del pino a descansar en la sombra.
Casi quedando me dormida, me espabilo y regreso dentro. Para ver como Carla sigue al teléfono. He cortado algo de queso, unas olivas y estoy lista para meter me en el despacho a trabajar.
Estos días he aprovechado para hablar por teléfono con gente que hace mucho tiempo que no hablo. Por falta de tiempo, no de interés. Con los auriculares y sin cables. Voy haciendo cosas. Como preparar la cena y escribir. O lo que sea, que tenga que hacer, en ese momento. Hace mucho rato que no veo a mi chica. Me he preparado una tostada de jamón para merendar, ella no puede. Así que le preparé una de queso.
-Hola preciosa.. Te he preparado esta tostada. -Me acerqué se la puse en la mesa y le di un beso en la cabeza-.
-Ya me he preparado yo la merienda.. Pero me la comeré.. -Si no te apetece no te la comas.- Si, parece que tengo un pajarito con la boca abierta en mi barriga-.
-¿Te vienes un rato al jardín?-Me preguntó-.
El móvil de Carla empieza a sonar.
-Anda, que sorpresa.. tu al teléfono de nuevo.. -Contesté irónica-.
-Me he puesto al día con viejos amigos. ¿Que te pasa?
-Nada. ¿Me cierras la puerta? Estoy trabajando y tengo una llamada de Skype en media hora.
Salí cerré la puerta y contesté la llamada.
-¡Hola Eva! ¿Cómo estas? -Le pregunté con ímpetu, me dio alegría saber de ella-.
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Cuestión de piel
RomanceHistoria de amor entre dos chicas. Viven al máximo todas las emociones de forma muy visceral. ¿Te atreverías a descubrir más? Sumérgete en este libro, cada capitulo te enganchará más.