-¡Tata! ¡hola! -Dice Lucía poniendo se de pie-.
Me eché a reír. ¿En serio? Otro día que no duermo bien...-Pensé-. La sujete en brazos, y bajamos a desayunar. La cambié y nos tumbamos a ver los dibujos. Me tumbé por completo en el sofá, boca arriba, y con la cabeza algo levantada. Y ella tumbada encima mió. Como si no me aplastara lo suficiente la barriga. Le rasco la espalda y se queda medio dormida, menos mal que me da un respiro y se queda relajada un rato, aun que no se duerma.
Me doy la vuelta y no noto a María, abro los ojos y me doy cuenta que se han despertado ya, apenas son las 8. Me espabilo un poco, miro el teléfono y me pongo al día con los mensajes y bajo. Me preparó un café y me acercó al sofá. Y me encuentro a María dormida y Lucía jugando con su pelo ignorando la tele. Me río, apago la tele y la cojo un brazos. María abre los ojos de golpe, la besó y le digo que siga durmiendo. Desayuno, visto a la niña y salimos a sacar a los perros.
-¿Quieres llevar tu la correa de Nala? -Si- -Toma mi amor, dile que te haga caso eh-. -Ella balbucea-.
Lo mejor es que está en esa edad, que repite palabras sueltas, y discute en su idioma. Sacamos a los perros y dimos una vuelta grande, para que desfogara. Me escribió su madre, y la llamé y puse el altavoz. Ella se puso habalr en su idioma con su madre, y su madre le sigue el royo. Luego me puse yo.
-¿Cómo está mi niña? -Genial, a tope.. ha dormido bien, y el desayuno se lo comió casi todo..-
-Genial, bueno ya sabes que come poco.. ¿Cuando me la traes?
-Cuando tu me digas.. -¿Me la puedes traer ya? Que he quedado con mi suegra-.
-Claro, ahora termino de pasear a los perros y te la llevo. ¿Donde quedamos?
-Quedamos en casa la Paqui.. Que quiere darte no se qué me dijo ayer..
-Vale, iré yo, que María se acaba de acostar..
-Que recuerdos.. ese insomnio.. -Dijo riendo-.
Terminamos de darle la vuelta, y me llevé el coche de María a casa de su madre.
-Mira la yaya.. -Dije en el jardín de su casa para que corriera a ver a su abuela-
-Ay mi niña bonita, ven aquí mi amor..-Dijo Paqui-.
Se la comió a besos y se fue con su madre. Yo sonreía ante tanta ternura. Las saludé y Paqui me insistió para que me quedara almorzar.
-Ya he desayunado de verdad, paqui..-Le dije intentando evitar que me cebara-.
-Acabas de llegar, no te vas a ir sin comer nada..-Insistía ella-.
Nos pusimos a desayunar y Judith se fue a trabajar y dejo a la niña unas horas con su abuela. Aprovechamos y nos quedamos charlando.
-¿Y tú que vas hacer hoy suegra? -Pregunté mientras me comía la tostada-
-Quiero ir a comprar al mercado.. A ver cuando venga mi hijo.. Por que a María no le digo nada, que sino, con lo cabezna que es.. viene directa y se carga de bolsas..
-¿Quieres que te lleve yo? A mi no me importa, no tengo nada que hacer hasta la tarde..
-¿No te sabe mal?
-¡Que me va a saber mal, eres como una segunda madre por dios..Así te ayudo con la niña..-
-Solo me tengo que quedar 2 horas con ella.. Me las apaño bien, pero mira no te voy a decir que no.. Porque tengo que cargar mucho y yo ya no estoy para muchos trotes..
De camino al mercado, nos hicieron varias fotos, lo normal en nuestro día a día. Compramos y aproveché para llevar le gominolas a María.
-Buenos días dormilona..-Le susurré mientras me tumbaba a su lado-.
ESTÁS LEYENDO
Cuestión de piel
RomanceHistoria de amor entre dos chicas. Viven al máximo todas las emociones de forma muy visceral. ¿Te atreverías a descubrir más? Sumérgete en este libro, cada capitulo te enganchará más.