Único En Su Especie

Prólogo

Caminaba por los largos pasillos de la comisaría con una expresión de seriedad, se detuvo al lograr divisar dos brazos los cuales se asomaban por las rejas de una selda. Su cliente favorito, volvió a retomar su andar hasta llegar a la selda quedando frente a frente con un chico menor que el por unos cuantos años, cabellos rojizos y ojos del mismo color sin quitar el hecho de que este tenía una extraña marca en su frente y unos artes hanafunda, este solo sonrió al verle

—¡Yorichii, sabía que vendrías!— comenzó hablar en un tono alto ezbosando una sonrisa —¿que tal la familia?

—serán 500.000.000¥— soltó sin rodeo alguno ignorando el saludo del menor quien solo bajó su cabeza algo deprimido y apenado

Observó por endecima vez el reloj, su esposo estaba tardando mucho tiempo "¿porque tardará tanto? ¿Le abra pasado algo?" pensó limpiando sus manos con su delantan el cual posteriormente se lo quito colgandolo "de seguro esta haciendo tiempo extra" ese pensamiento se esfumó al recibir un mensaje

Aoi: lo volvieron atrapar

Suspiro, no sabe porque rayos pensó que su esposo estaría haciendo horas extras o algo por el estilo, se acomodo en el sofa dispuesta a preguntarle a su amiga la razón por la cual habían atrapado a su esposo esta vez

Aoi: nada fuera de lo normal, ya sabes, intento de asesinato a Murata

Llevó su cabeza para atrás, montón de preguntas llegaron a su cabeza ¿porque se caso con el? Y lo más importante ¿¡porque la policía siempre lo dejaba libre!? Fue sacada de sus pensamientos al ver como un auto se estacionó enfrente de la casa, salio de esta con una expresión seria observando como su querido esposo bajaba del auto

—gracias de nuevo Yorichii— dijo haciendo una reverencia ante el hombre que trajo a su esposo el cual solo sonrió al verle

—ten— el pelirrojo sacó unos cuantos billetes que entregó a Yorichii el cual solo sonrió —comprale algo a Uta y a tu hijo

—gracias, Tanjiro

Y sin decir otra palabra el hombre se subió al auto y arrancó dejando a la pareja sola, el de ojos rojos se acercó a su esposa dispuesto abrazarla recibiendo un leve golpe como respuesta

—lo veía venir...— luego del golpe la mujer le tomó su oreja y lo entró arrastras a la casa —esto también...

Por otro lado las vecinas solo hablaban entre sí preguntándose la razón por la cual lo habían atrapado esta vez, definitivamente los dos eran una pareja fuera de lo común, sobre todo Tanjiro, se podía decir que el era el único hombre en su especie... Aunque habían un montón de hombres que eran celosos, gobernados y completos idiotas ¿pero el? El se pasaba...