The Big Bang

Capitulo 17

Al llegar ya estaba ahí Liam con __. Me dieron ganas de cortarles la cabeza a ambos. Mamá como siempre me saluda normal y empezó a decir su letanía de que me sucedía. Que traía una cara pero de enfermo. Y no se que tanto. Miré a __ quien ni me volteaba a ver, se había maquillado lo suficiente como para que la cara de cruda se le disminuy...era.

-Aquí esta tu pastilla __.

Le entregó mamá a __ una pastilla para el malestar de la cabeza. Me mordí la lengua porque estuve a punto de soltar una risa.

-Mi niño ¿Qué te paso?- era mi nana.

-Pues que le va pasar ¿eh? Es obvio que se fue de fiesta… como de costumbre- intervino Liam y le lancé una mirada asesina.

-Has de ser muy santo tarado- respondí.

-Al menos no luzco como cadáver- contra ataco.

-Vete a la mierda- ni lo voltee a ver y le mostré mi dedo de en medio.

-¡Justin! – exclamó mi mamá como ofendida.

Liam aun no decía nada más, quizá __ no le dijo nada de lo que paso, vamos además no podría ser tan estúpida. Ella en cambio ni siquiera me volteaba a ver. El verla ahí en los brazos de Liam y pensar en lo que Alison me dijo... me sacaba de mis casillas.

-Es demasiado injusto de ti la manera con la que tratas a tu hermano cuando el hace lo que puede contigo muchacho rebelde- me dijo mi mamá en el oído con la voz como desgarradora y molesta.

Siempre tiene que ser Liam el perfecto. El bueno. El que todo lo hace bien. Quien tiene dinero, el justo y elegante.
Y yo siempre el idiota que todo hace mal, que lo juzgan mal, quien se la vive en fiestas y cosas así. Patético mi caso.

. . .

-Ahora si... la sorpresa- intervino Liam y sacó varias bolsas de regalo.

La primera era a mamá quien le regaló un bonito saco gris. Ella casi llora de felicidad. La otra era a mi nana, un libro de Shakespeare, su autor favorito, le agradecio y empezó a hojearlo. El otro regalo era... para mi.
Lo abrí y contenía un disco de todos los éxitos de Michael Jackson. Sentí muchísima emoción.

-¡Oh muchísimas gracias Liam esta increíble! - le di un abrazo y el no dijo nada.

Y el último regalo era para __. Sacó un hermoso collar de plata original y un brillante colgado de 4 quilates.
Ella daba enormes brincos y saltos de felicidad, le dio como 5 besos y todavía lo abrazaba y toda la cosa. Miré hacia otro lado y cerré mis puños tratando de calmarme.

-Ahora entiendo porque lo quieres tanto __- agregué sutilmente mientras me aventaba al sillón a jugar con mi IPhone.