Mis ojos no se apartaron del alba hasta que el sol salió por completo.
Mirar el amanecer era una de las cosas que más me gustaba hacer.
Y una vez bien llegada la mañana, emprendía mi camino entre los matorrales de la carretera en busca de algo para comer. Sin embargo, esa mañana, había sido Lauren quien había decidido ir a conseguir el desayuno.
Las únicas dos razones por las que permití que Lauren se encargara de la comida el día de hoy, habían sido:
Razón número uno: sabía que se enojaría sí le decía que no.
Y número dos: el rostro de Lauren me decía que necesitaba tiempo para salir a caminar un rato sin mi compañía.
Hacía varios días que ya no salíamos a dar nuestras caminatas nocturnas y admirábamos la puesta del sol. Además, todo el tiempo estábamos juntos y de vez en cuando, uno necesita privacidad.
Mientras los minutos pasaban, yo me encontraba sentado en la hierba a un lado del camión de paquetería, esperando el regreso de Lauren.
Cada minuto se me hacia eterno y la preocupación me invadía.
Cada vez era más peligroso alejarnos del camión.
Cada vez, hay más zombies en el mundo, y aunque la mayoría de ellos no son peligrosos para nosotros, el hecho de estar cerca de ellos, atrae a los humanos.
Ellos están al tanto de donde atacar. Llegan donde haya muchos de los nuestros y los matan. Les atraviesan el corazón con balas.
Como sí ellos fueran los cazadores y nosotros sus presas. Lentas e indefensas, pero a la vez letales y peligrosas.
Claro que ellos no van a la ciudad, ya que actualmente se encuentra atestada por los de mi especie.
Sin embargo, llego a la conclusión de que están tratando de encontrar una forma de matarlos a todos de golpe.
Por eso, es muy peligroso permanecer mucho tiempo lejos de nuestro hogar.
Y, por eso, me pongo de pie y me abro paso entre la hierba para ir en busca de Lauren.
Hoy, no me despido de Brown y Bone. Simplemente me alejo del camión y camino a prisa.
Puede que los zombies seamos bastante lentos, pero una vez que te acostumbras, ya no es tan malo como parece.
Ahora puedo estirar un poco más las piernas y mover los dedos de las manos con más facilidad.
Y eso, es lo más acercado que he llegado a sentirme de ser humano de nuevo. Aunque estoy casi seguro de que nada me hará sentir más vivo que la misma presencia de Lauren.
Me vuelvo hacia el camión que ahora se encuentra fuera de mi alcance. Miro a mi al rededor, pero no hay señal de Lauren.
Escucho un ruido detrás de mí.
Podría ser ella...
Pero cuando me vuelvo hacia el lugar donde provenía el sonido, me quedo inmóvil.
Detrás de un arbusto ya seco, se asoma la cabeza de un niño.
Un sonido sale de mi garganta más como un gruñido que como un grito.
El niño se esconde entre las ramas de nuevo.
Veo como las hojas secas se mueven en un leve susurro constante y se, que él está temblando.
Me acerco con sumo cuidado para no asustarlo.
El temblor de las ramas aumenta cuanto más cerca estoy del matojo.
El arbusto oculta por completo el cuerpo del niño.
"¿Qué hace un niño tan pequeño en medio de la carretera?" Me pregunto.
Paso por un lado del arbusto y al momento en que mi pierna rosa las ramas de éste; el niño sale disparado de su escondite.
Se arrastra fuera de mi alcance.
Doy un pasó más... No para atacarlo, no para comerlo, simplemente siento la necesidad de hacerle compañía.
Esta solo en un mundo lleno de zombies y cualquiera podría atacarlo.
No yo. De eso estoy seguro.
El niño se sobresalta y puedo ver el terror en sus ojos. Sin embargo, no echa a correr. Sólo se queda quieto. Inmóvil.
Tanto, que por un momento me preocupa que no este respirando.
No es hasta que escucho voces, cuando el terror me invade a mí.
No son zombies. Los zombies no hablan.
Son humanos.
Me oculto detrás del arbusto y atisbo a lo lejos a tres personas indagando fuera del camión de paquetería. Mi hogar.
Me estremezco. O al menos imagino que lo hago.
No logro entender ni una palabra de lo que dicen. Desde dónde estoy sólo se escuchan lejanos murmullos a penas audibles.
Las ramas se mueven a mi lado y yo me sobresalto.
Observo al niño arrodillarse a mi lado.
Me había olvidado de él.
Trato de no quedarmele viendo para no asustarlo y vuelvo mi mirada hacia las personas.
Se encuentran examinando el camión en busca de algo.
"Zombies" pienso.
La mujer abre la puerta del lado del conductor y se aleja de un salto.
Uno de los hombres se acerca a la puerta apretándose la nariz con una mano e inspecciona los cuerpos de Brown y Bone.
Enseguida se aleja de la puerta y la cierra de golpe. Luego comienza a agitar las manos en el aire como si intentara espantar a las moscas y el hedor que desprendían los cuerpos putrefactos que yacían en los asientos del camión.
De repente, uno de ellos se pone en guardia y le hace señas a los otros con la mano, mientras se mueve velozmente por la hierba hasta llegar a la parte trasera del camión. Los otros dos se mueven detrás de él y los veo preparar sus armas.
Dirijo mi mirada más allá del camión y el terror me invade cuando diviso a Lauren caminando hacia el camión arrastrando dos conejos muertos con sigo.
Me quedo quieto. Paralizado.
"¿Qué se supone que deba hacer?"
Me tomaría mucho tiempo llegar hasta el camión.
Tenía que hacer algo. Tenía que salvarla.
Observo como Lauren deja caer los restos de los conejos en la hierba cuando se percata de la presencia de las personas delante de ella.
Tres rifles apuntando a su corazón.
"Ya es demasiado tarde" me digo.
Sin embargo, no le disparan. Uno de ellos lanza una cosa circular que no puedo reconocer y luego los tres se alejan un poco.
La pelotita esférica cae a los pies de Lauren y una clase de humo sale de esta.
El humo cubre la silueta de Lauren por completo y luego la veo tambalearse, como si no pudiera resistir su propio peso y varios segundos después, su cuerpo cae en la hierba como un tronco.
"¡No, Lauren!" Mi Lauren.
"¿Qué te están haciendo?"
Rápidamente, intento ponerme de pie.
Tengo que salvarla.
Pero una mano pequeña me detiene por el pie y casi tropiezo.
Me vuelvo hacia el niño. Que ahora me mira fijamente.
-Te mataran -dice.
Balbuceo algo que ni yo puedo entender como respuesta.
Pero quería decir algo como: "van a matarla a ella".
Miro hacia el cuerpo de Lauren y me doy cuenta que aquellas personas se la están llevando consigo.
Doy un paso. El niño me jala de nuevo para que me oculte en el arbusto.
-No -Es lo único que dice.
Los humanos dirigen el cuerpo inmóvil de Lauren a una camioneta que se encuentra a sólo pocos metros del camión.
La meten en la parte trasera y veo como la atan con cuerdas.
Quisiera gritar, correr hacia ella o llorar.
Pero no puedo hacer nada de eso.
Sólo puedo quedarme aquí, inmóvil.
Mientras observo como se llevan el cuerpo de Lauren y lo alejan de mí...
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Vida de un zombie.
Novela Juvenil"Esta no es una vida cualquiera... Esta es la vida de un zombie."