Introducción

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Me desperté muy temprano en la mañana, me encontraba ansiosa por la llegada de mis abuelos paternos al país, el pequeño detalle es que no se iban a quedar en nuestra casa, si no que como siempre ha sido, se alojarían en un hotel cercano y yo iría a visitarlos allí.

Nunca he entendido el por qué ni mi madre ni incluso mi padre no se han querido acercar a ellos, y así le pregunte a cada persona, ninguna me responden con la verdad; Aún así, mis abuelos son los seres mas cariñosos de este mundo, son mis personas favoritas y no voy a permitir que el distanciamiento con mis padres, me afecte a mi también.

Cuando bajé a desayunar, mi madre estaba organizando los platos, se notaba rara, tensa... algo pensativa, supongo que debe ser por el hecho de que veré a mis abuelos, no entiendo una pareja de 75 años cada uno, que le pueda hacer a ella... aveces siento que le tienen miedo. 

Cuando nos sentamos a desayunar, mi padre ya había bajado, estaba listo y perfumado para otro día de trabajo, y mi madre quien estaba haciendo un curso de cocina también estaba lista.

-Me sorprende que estés despierta a esta hora, Alena- dice mi padre.- Aprovecha tus vacaciones, duerme todo el día si quieres- dijo él , yo me reí.

-Hoy llegan los abuelos de Grecia- dije feliz mientras comía un poco de huevo- Pasaré todo el día con ellos- Mi padre se pone inmediatamente serio, y me mira con gran reproche.

-¿Se puede saber que van a hacer todo un día juntos?- Mi madre solo miraba a mi papá, las dos sabíamos que estaba enojado, siempre que se menciona este tema saca lo peor de mi papá. 

-La otra semana es mi cumpleaños, papá- le dije sonriendo, intentando tranquilizarlo un poco- Y ellos sólo van a estar en la ciudad por tres días-

-No voy a permitir que estés con ellos todo el día- dijo mi padre dejando su cuchara encima de la mesa, mi madre sólo tomo su mano para tranquilizarlo.

-No entiendo qué pasa- dije ya un poco exasperada- Son mis abuelos, no puedes negarme que los vea, dime ¿Qué fue lo que pasó que los odias tanto?- dije con el tono de voz un poco más alta, estaba empezando a estresarme.

-Eso a ti no te importa, ni te debe importar- dijo mi padre parándose de la mesa.

-¡Pues no te voy a hacer caso, papá!- le dije enojada, pero a la vez triste porque no entendía que pasaba- Voy a ver a mis abuelos, yo si los quiero- rápidamente cogí mi celular y salí corriendo por la puerta, escuché como mi mamá intentaba tranquilizar a mi papá, le decía que me dejara ir, que nada malo iba a pasar, que ellos no me iban a decir nada...

¿Decir qué?-pensé.

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⏰ Última actualización: May 22, 2020 ⏰

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