La era de los nuevos guardianes.

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— No puedo creerlo.

Mérida recorría el búnker con la mirada llena de asombro. Eran las 12 de la noche y yo ya me estaba recuperando. Desde que la llamé en el callejón, vinimos rápidamente al búnker para que me ayudara a sanar. Con gusto los hizo y no fue hasta que estuve fuera de peligro que comenzó a hacer preguntas.

Muchísimas preguntas.

— Sé qué es raro... o terrorífico de algún modo...

— Me estás jodiendo? — Dijo Mérida — Es asombroso... eres ella, y ella es tú... Desde cuándo peleas tan bien? Y... desde cuándo tienes poderes?

— Es muy complicado, Mer. Todo está vinculado con mi padre, es una especie de herencia, un legado, el vigilante que había hace años, aquel guardián de la ciudad era mi padre, me entrenó sin decir porqué para que ahora yo siguiera sus pasos. Me enteré de todo el día de mi cumpleaños, aparentemente lo planeó así.

— Eso es increíble... Y tus poderes?

— Pues... no tengo idea de dónde vienen... sólo sé que mi madre sabía de ello, había un extraño objeto, un cilindro pequeño dentro de mi brazo, una vez que lo saqué por instrucciones de mi padre, inmediatamente salieron a la luz. Aunque aún no descubrí sus limitaciones, esa vez que corté mi brazo se curó inmediatamente, pero ahora... claramente no puedo sanar cuando estoy tan herida... aunque me gustaría saber hasta qué punto. — Dije pensativa.

— Tu madre te ocultó que tenías poderes?

— Así es.

— Bueno... me explicarás todo luego, ahora lo importante, qué te sucedió? — Cuestiona Mérida

— Al fin una conversación en la que puedo hablar. — Reclama Hipo quién estuvo aburrido en la esquina sin nada que hacer las últimas 2 horas.

— Pudiste entrenar... vago.

— Si, si, si, ahora lo importante, que sucedió con esos tipos, Els?

— No. eran. tipos. No eran ni siquiera alguna clase de humanoide.

— Cómo que no? Los escuché hablar cuando iba por el pasillo.

Miré a Hiccup incrédula por el hecho de que esas cosas hacían de todo menos hablar. Cómo es posible que haya escuchado cualquier clase de conversación?.

— Eran una especie de lagartijas gigantes y largas, tenían escamas y eran rojo oscuro, ojos de reptil, y una cola muy larga, garras del largo de mi mano, hocicos con dientes puntiagudos, como de cocodrilos y creo que tenían alas. Eran como... — Dije dejando la frase al aire.

— Dragones...? — Termina Mérida.

La miré sabiendo que eso era lo que tenía más sentido, sólo que no lo tenía en realidad. Los dragones no existen, no es así?.

— No... es decir, Mérida eso es descabellado. No existen cosas como los dragones, son leyendas, tal y como los guardianes, sé que confíamos en ellos, pero son sólo creencias ficticias. No existen los dragones.

— Lo dice la chica con poderes de hielo. — Me dice sarcástica.

— De todas formas, yo los escuché hablar.

— Mierda, Hicc. No eran personas... hablas como si los entendieras.

— Ja! — Ríe Mérida. — No es cómo que el también tenga poderes de hablar con dragones o algo así... cierto?

Miré a Hiccup y el me miró a mí como si lo que Mérida dijo hubiese sido un chiste.

— Espera, le crees? — Hiccup cambia su cara graciosa a una mucho más seria.

Suspiro y dirijo mi mirada a Mérida. — Sabes peliar bien, no es así?

— Algo, no tanto como tú aparentemente pero papá me llevaba a entrenar con los nuevos reclutas desde que tenía 15.

— Bien, en ese caso — Miro a Hipo en busca de aprobación y el asiente — bienvenida al equipo.

Actualización cortisima pero necesaria, espero actualizar pronto esta historia y Las Vegas.

Besos <3