Evans Dómine(ABANDONADO)

Adiós a mi consciencia.

Y ella dirigió su mirada hacía a mi y me paralizé, sentí frío y un temor inenarrable. No lo entendía pues se trataba de una dama muy hermosa de cabello rojo llameante, un cuerpo bastante bien formado y unos ojos ambar brillante y piel blanca. Era una dama imponente. Solo podía ser así una mujer en la existencia. Pasaron 5 segundos pero sentía que nunca acabaría esa sensación. Salí de mi estado cuando articuló una palabra.

Lilith: Hola querido Evans.

Evans: Hola, Lilith, espero te sientas bienvenidad.

Lilith: Veo que me conoces.

Evans: No es nuevo saberlo, estuve leyendo sobre ti en bastantes años. Ahora si te parece, libera a mi padre!. -Dije con un poco de enfado y respeto-

Lilith: No hay problema querido. Aunque si lo hago, tendrá que tomar el mismo destino que tú, y sabes que no es bastante bonito tu verdadera escencia.

Evans: No lo arrastres a esto!.

Lilith: Tranquilo, el no será arrastrado a esto. Pero recuerda muy bien lo que voy a decirte. Ya no será perdonado por Dios, al ver que ha cuidado a un Demonio como tu, y no un simple demonio, aquel que es nuestra esperanza para acabar con la rebelión.

Evans: Yo leí que esa rebelión acabó hace mucho cuando fueron lanzados a la tie...

Lilith: Tu también fuiste lanzado a la tierra!

Evans: Pero hoy no quiero participar! No se si me estás diciendo la verdad, y lo sabes...

Lilith: Puedo acabar con tu incertidumbre leyéndote la misma palabra de Dios!. Mira:

Ella hizo aparecer una enorme biblia de dos metros frente a nosotros.

Lilith: Lee! Mateo Capitulo 10 versículo 34. "No piensen que he venido a darles paz, no he venido a darles paz, si no espada.

Lilith: ¿Necesitas más?

Quedé horrorizado y confundido, no supe que contestar.

Lilith: No necesitas decir nada, ya sé que es lo que decidirás. Lamento que tengas que morir. Pero tienes un punto a tu favor, tus padres son repudiados por Dios asi que puedes reclamar sus almas. Nos vemos hijo mio. -Me besó la mejilla-

Camina hacía el balcón y en un movimiento de las rosas y el viento se desvanece. Me asusté pues mi padre siempre supo lo que pasaba.

Manuel: Hijo, vé con ellos, eres su esperanza y nuestra única opción, sé que duele mucho pero no hay lugar para nosotros con Dios, refléxiona bien. No serémos castigados, solo destruídos si es que el nos vence. Lo cual contigo junto a Lilith y Lucifer va a ser complicado.

Me tomó de los hombros y me abrazó. Me dijo al oído. Lilith me comentó que puedes ser el Demonio que eres, pero, con tu mismo cuerpo físico, lo único que se necesita. Es que con la espada que me entregó, te mate yo mismo. A mi padre le brotaron las lágrimas. Mi madre apareció y nos miró, solo movió su cabeza hacía arriba y abajo. Sabía lo que era la mejor opción para nosotros. Apareció una caja de oro sobre su escritorio. Caminó hacía a ella. Y sacó una enorme y hermosa espada con un mango de oro y doble hoja hecha con un material azul incandescente. Entonces, me paré lo más derecho posible y cerré los ojos. Mis padres me dieron un último beso, al menos cuando sigo con mi consciencia de humano. Y de repente. Ciento que la espada atravieza mi cuerpo saliendo por mi espalda, siento como succiona toda mi sangre y liquidos corporales y lo llena de uno nuevo, luego, caigo al suelo. La espada entró completamente.