Los archivos desclasificados de Annie

•prólogo•

23 de Junio de 1875
Noche de San Juan.

La familia Danheim como muchas otras familias adineradas de la zona se dirigían a la catedral de la ciudad para la ceremonia que se llevaría a cabo esa noche.
Ese dia  en concreto era especial puesto que la hija de la familia  cumpliría 18 años, la edad predilecta para que empezara a hacerse responsable del negocio familiar.
Pero no sabían la desgracia que llegaría para ellos aquella noche.

- ¡señoriata Danheim! Por favor espere, no puede andar caminando sola por las calles, y menos a esta hora de la noche, sus padres me dijeron que estuviera con usted en todo momento - grito la chica que iba corriendo detrás de la joven

- ¡Qué acaso no me puedes dejar en paz 5 minutos! ¡No me voy a morir! Además es mi cumpleaños - replicó.

Correr entre las calles con un montón de gente alrededor era fascinante, en raras ocasiones salía de la mansion, así que mirar los locales llenos de gente era como un sueño, uno de esos sueños que ella tenía , de poder viajar por el mundo gracias al negocio de su padre, en lugar de estar encerrada.

Al poco rato ya no escucho a su molesta dama de compañía y pudo caminar tranquila, observaba a los tranceuntes y a los mercaderes, al ser una fecha festiva todo era más colorido.

Mientas caminaba su sombrero fue arrebatado por la brisa nocturna, ella corrió tras el y cuando finalmente lo alcanzo se llevó una grata sorpresa.

- no es bueno que una joven tan bella como usted esté rondando sola por estos lares - le dijo el hombre que ahora está al frente extendiéndole la mano para ayudarla a ponerse de pie.

- y usted no debería de meterse en los asuntos que no le incumben - no estaba molesta pero era extraño que alguien le hablara de esa manera.

- me disculpo- sonreía de una manera algo aterradora, aunque no lo noto a simple vista.
- solo que es raro ver merodeando a chicas de su clase por aquí, pero déjeme decirle que usted es la más hermosa que he visto hasta ahora - hizo una leve  reverencia ante la chica.

Está se sonrrojo. - es un atrevido... Pero la aceptaré, por cierto ¿con quién tengo el gusto...? Señor...? -

- Jackson Hellström, a sus servicio-

Los encantos de aquel hombre hacían que la chica sonriera sin querer, más como un reflejo involuntario, a pesar de todo aún era una niña.

Muchas madres a lo largo de la historia les han dicho a sus hijos una y otra vez la frase

"No han con extraños"

Por una buena razón lo han de decir.

Aquel extraño sin dar señal alguna tomo a la joven de la mano y la jalo a si, mordiendo a la joven en el cuello, está soltó un grito agonico.

Sentía como la sangre resbalaba por su cuello y manchada su ropa, el dolor era insoportable, la vida lentamente se escapaba de su cuerpo hasta que finalmente el mundo se desvaneció a su alrededor.

Algunas personas que pasaban por allí escucharon todo el alboroto, y corrieron a mirar que pasaba, solo se encontraron con la macabra escena de una joven pálida tirada en el suelo, víctima de quién sabe que.

Ese habría Sido el final de Annie Danheim, a manos de aquel hombre misterioso.