10 de julio de 202...
Los vecinos de este barrio no se entrometen en los asuntos de nadie a menos que los involucre a ellos o a sus predecesores.
Así es que en el barrio de Santa María, (ubicado en uno de los mejores distritos de Neuquén) los vecinos nunca se preocuparon, al menos por dos años, de la desaparición de los animales en las calles o, incluso la falta de estos en sus terrenos.
Ciertamente, eran personas retraidas y sosegadas aquellas, solo vivían con lo justo—y eso que les sobraba mucho—pero de esa forma estaban felices y más aún con la llegada de la tecnología que trajo el siglo XXI, cegandolos de todo lo que ocurría en la realidad; la mayoría de ellos eran ancianos y los que no, eran personas ocupadas y con una notable ausencia en su dichosa casa que, he de destacar, todas aquellas eran un lujo.
Para ninguno era una novedad las noticias de la queja de un vecino que noto la ausencia de una mascota, pero como no los perjudicaba, ignoraban dichas cosas.
Solo había una familia que si se involucraba en todos los chucheríos y por decires, cosa que se daba ya que no tenían nada mejor que hacer.
Y he aquí la familia Coppola, residentes de Santa María por más de una década, son quiénes los vecinos consideran "la chusma del barrio" pero, ellos mismos se consideran— con una mirada crítica hacía el estilo de vida de las demás familias—"intervinientes".
Entonces, y por resultado de esa intervención, fueron los únicos que notaron realmente la desdichada desaparición de los animales aledaños y dieron conexión con un suceso extraño, visto por uno de los chicos de la familia, Erick, que al volver de la casa de su novia, Mari, noto como un sujeto<<vestido con harapos largos y oscuros>>en medio de la noche subía con unas bolsas negras y, que se veían tan pesadas como bolsas repletas de carne, a la parte trasera de una camioneta. Que esto sucediese justo en una esquina a la vuelta de su casa, se le antojó extraño a Erick.
Al principio se sintió alarmado por lo extraño del suceso pero, al notar que la camioneta era la vieja Ford F-100 pick up del 67 (con pintura cromada negra, dichosos los ojos que la vieran) de la señora scramble—su vieja vecina—se sintió sosegado y, pasando por su lado, saludo a la misma con un ademán ferviente.
Hola, Misses Scramble, ¿cómo ha estado? —Y, haciendo una mueca por lo extraño de la hora y el lugar— ¿qué la trae por aquí a estas horas tan peculiares?
Al oír esto la señora Scramble se sobresalto tanto que dejó caer una de sus bolsas, que se entre abrió, mostrando a la opaca luz de la luna el morado y viscoso de lo que parecía ser un trozo de carne—oh, discúlpame, Henry, acabas de darme un gran susto—dijo con cierto atisbo de aprensión en la voz, queriendo recojer la bolsa en vano, ya que Erick insistió en que él la recogería, hubo una sola protesta de ella pero al final cedió y él, con un poco más de fuerza de la que pretendía usar(dada su contextura muy delgada y larguirucha) recogió la bolsa y termino de cargarla en la camioneta-disculpeme a mí, no fue mí intención asustarla, mí única protesta es que soy Erick, no Henry —este sonrió al recuerdo de su hermano gemelo, cuántas tertulias habían cometido en su plena niñez, ganándose el afecto y la irritación de muchos vecinos —pero no hay problema, solo me preguntaba que hacía usted cargando carne, sola, en la noche, sin ayuda o compañía de nadie.
—Es que, en realidad, pensaba en llevar toda esta mercadería a mí refugio, ya sabes, mí congelador se descompuso hace unas horas y no quería que toda la comida se hechara a perder— dijo Misses Scramble con voz apaciguada por el cansancio pero con un aspecto que a pesar de esté, se jactaba de porte, aún con sus oscuros trajes— gracias por cargar las bolsas restantes, hijo, pero ya debo irme, o está carne no sobrevivirá la noche-ella le dirigió una pequeña sonrisa y fue a subirse a su pulcra camioneta— entiendo, no hay de que, Misses, pero ya sabe, la próxima vez que necesite ayuda en algo, solo acuda a mí casa, estamos a solo dos cuadras de distancia y usted sabe bien que estaríamos felices de ayudarla —con esto dicho, el muchacho partió en su caminata hasta su gran casa alpina, dejando atrás el estridente sonido del motor de la Ford negra y, sin percatarse del par de ojos brillantes que lo siguieron hasta que desapareció en la esquina próxima.N-A: Hola, espero les haya agradado, realmente, esto es solo un fragmento, aún estoy desarrollando la historia y si en este fragmento hay faltas de ortografía, estaría contentisima de que me lo marcarán, lo mismo con los detalles.
Otra cosa es que, soy de Buenos Aires, Argentina y quise por alguna razón ambientarlo en una provincia de aquí, al final me decidí por Neuquén porque me parece hermosa, pero nunca la he visitado, aunque amaría hacerlo pero no dispongo del tiempo o el dinero para hacer dicho viaje, así que, por ende, si da la casualidad y alguno de los lectores reside ahí, le estaría muy agradecida si me ayudara a orientarme o, a corregir los errores.
Estoy siendo muy densa pero quería aclarar estos pequeños detalles y, por supuesto, de ser posible leer sus opiniones, atte, Ella.
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El Caso De La Señora Scramble.
Mystery / ThrillerSanta María es un vecindario con vecinos peculiares, allí residen familias desde hace generaciones, la mayoría llego allí por migraciones Europeas y se quedó, ese es el caso de la señora Scramble o, como a ella le gusta que la llamen 'Misses Scrambl...