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| Sin persianas |

 Mierda... yo realmente no pedí esto ...

Chequeo de nuevo los entrenamientos básicos, los niveles y verifico las calorías para los nuevos aprendices. Eran cerca de las tres de la madrugada y nadie en el aquel tranquilo vecindario debería llegar a casa en estas horas.

Sin embargo, el sonido del motor de un automóvil apagándose, y luego, el pequeño golpe de la puerta siendo cerrada llega a los oídos de Max, y este pone los ojos en blanco. Su vecino era realmente ruidoso en todo lo que hacia y eso le fastidiaba. Por lo general, el estaría durmiendo en ese mismo momento, por lo que su vecino siempre terminaba depertandolo. Con el golpe la puerta de su habitación y el destello cegador de sus luces atravesando sus cortinas transparentes.

Continua en su labor olvidándose un poco de lo fastidioso que le parece su nuevo vecino, agregando algunas necesidades dietéticas para sus aprendices, aunque esta presionando con mas fuerza de la necesaria el teclado de su portátil. Su vecino cierra la puerta como siempre y Max nuevamente pone los ojos en blanco con fastidio, sin prestarle realmente atención a lo que sucede en la casa de en frente. Sus luces se encienden y Max puede jurar que paso a otra dimensión; el no tenia las luces encendidas, y el cambio repentino lo ciega brevemente ante de que sus ojos se acostumbren. Fue solo cuestión de suerte que recordara cerrar sus persianas mas temprano (y su vecino convenientemente no tenia ninguna en su habitación).

Max realmente no debería haber mirado por la ventana ...

El chico de al lado había comenzado a tirar de su corbata, aflojandola en torno a su cuello y tirándola a un lugar en el piso. Inmediatamente después, ataca los botones de su camisa de vestir blanca, quitandola para revelar una piel acanelada y Max se ahoga con su saliva. Desciende la mirada lentamente, para caer en cuenta que su vecino se esta desnudando frente a su ventana abierta, en pleno show erótico para Max.

Su vecino se entretiene viendo algo en su teléfono celular, rascándose distraídamente la barriga antes de arrojar el aparato a la cama y su mano llega hasta el cinturón. El aliento de Max se contiene y se esconde detrás de su reposacabezas. Cree fielmente que esto lo hará parecer mas discreto, como si realmente no estuviera espiando a su vecino.

El chico se quita los pantalones de un tirón y Max suspira porque el tipo seguramente se detendrá allí y hará el resto en el baño, o algo así. Por supuesto, estaba equivocado. Su vecino agarra el dobladillo de sus boxers y tira de este hasta abajo. Y maldita sea, ahora esta viendo mas de lo que debería ver.

Max se levanta abruptamente, lanza su portátil a la cama, y corre escaleras abajo, se siente caliente. Un vaso de agua fría y pensamientos a mil por hora.

Mierda, estoy en problemas...

🌙🔮

- Puede o no, que haya visto a mi nuevo vecino desnudarse anoche 

- ¿Esta es tu manera de decirme que follaste con tu vecino anoche?

- Diblos, no. Max se pasa la mano por el cabello mientras le lanza una mirada asesina a Maengmum.

- Podrías haberme engañado, por lo menos una mentira piadosa -. Continua limpiando la recepción del gimnasio vacío. Ambos llegaron antes de que el lugar estuviese que abrir, para recibir a los nuevos aprendices.

-¿ Recuerdas como la ventana de mi habitación esta justo en frente de la de mi vecino? -. pregunta Max después de un rato.

- Claro -. dice Maengmum distraídamente.